Pilar Serrano, misionera en África durante 46 años: "Es muy difícil ver morir niños de hambre"

La religiosa es una de las misioneras que participará en las mesas redondas organizadas por Obras Misioneras Pontificias con motivo de la 75 Semana Española de la Misionología

AGENCIA EFE

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La religiosa Pilar Serrano, de la congregación de las Franciscanas Misioneras de María, ha desarrollado su labor misionera durante 46 años en África y recuerda los duros momentos vividos en Níger por la sequía: "Es muy difícil ver morir niños de hambre", ha afirmado como avance de lo que será su testimonio en la Semana Española de Misionología de Burgos.

Natural del municipio burgalés de Lerma, Pilar Serrano es una de las misioneras que participará en las mesas redondas organizadas por Obras Misioneras Pontificias con motivo de la 75º Semana Española de la Misionología, que se celebrará en Burgos del 3 al 6 de julio.



Pilar recuerda que se fue a misiones muy joven, con 27 años, y que Níger fue su primer destino, un país mayoritariamente mulsulmán. "El reto es saber integrarse en esa comunidad, adaptarse a una religión diferente, aprender y dialogar mucho", confiesa. La integración se hace de la mano de la congregación de Franciscanas Misioneras de María que, pese a ser un grupo muy pequeño y compuesto principalmente de extranjeros, fueron capaces de integrarse con el pueblo.

Serrano ha afirmado que, durante sus años como misionera, se ha encontrado con situaciones complicadas y recuerda especialmente tener que lidiar con el hambre en Níger, donde vivió experiencias "muy fuertes" como consecuencia de la gran sequía que sufrió el país.

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"Es muy fácil verlo en la televisión, pero es muy difícil compartir con la gente que tiene hambre y ver morir niños de hambre", ha recordado. Su labor en Níger se centró en poner en marcha un hospital, que dejaron en manos de personas del país para seguir trabajando en "sitios más difíciles", y recuerda que uno de los retos de la acción misionera es crear una iglesia en el país.

Ahora mismo, las Franciscanas Misioneras de María cuentan con hermanas suficientes para remplazar a las europeas, así que Pilar está "contenta" de dejar la misión en manos de las religiosas locales. Junto con Níger, Pilar Serrano ha pasado por Togo y Burkina Faso durante los 46 años que ha estado como misionera y ha aprendido a hacer frente al clima y las enfermedades, "que no se privan y atacan" también a los misioneros.

Además, el aumento de la presencia del terrorismo yihadista ha sido otro de los retos a los que ha tenido que enfrentarse pero, recuerda: "La vida te enseña a vivir con cierta tolerancia y serenidad", la que no tenía cuando se hizo misionera hace casi cinco décadas.

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