¿Por qué peregrinar a un santuario?: “Aquí la gente llega con unas particularidades muy concretas”

Manuel Galán, director de la Pastoral del Turismo de la diócesis de Huelva, explica a ECCLESIA que en los más de 600 santuarios de España se busca "consuelo y trascendencia"

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Los santuarios son lugares donde la gente “va con una sensibilidad más concreta y más especial”. En concreto, sobre la vivencia del suelo o al enfrentarse a una enfermedad “o incluso antes de la pérdida de una persona querida”.

Así lo ha explicado a ECCLESIA Manuel Galán Cruz, director del secretariado de la Pastoral del Turismo de la diócesis de Huelva que ha participado en Encuentro de rectores de santuarios y de delegados de piedad popular, cofradías y hermandades.

Estas jornadas, que se han celebrado bajo el lema "Sufrimiento, duelo y piedad popular" y organizadas porComisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, han concluido este 21 de septiembre en Valencia.


El duelo es un proceso

Y es que el duelo no es un momento concreto, “el duelo es un proceso. Y el duelo a veces, comienza desde el momento en el que se nos da la noticia de una enfermedad a lo mejor terminal. Entonces ahí es donde empieza ese proceso para ir asimilando la pérdida o bien de uno mismo, o bien de un familiar o una persona cercana. Y esos son momentos precisamente donde la persona está más sensible”.

Un momento especial donde la persona necesita alcanzar “la trascendencia y buscar un consuelo y una esperanza. Y en estos casos, se tiende a ir a los santuarios y más en concreto quizá a santuarios marianos. Porque es verdad que la Virgen como buena Madre, acoge permanentemente y es la que nos da ese halo de esperanza”.

El día a día de los santuarios

“La experiencia que tengo al trabajar en el santuario de la Virgen del Rocío durante tanto tiempo, es en el día a día, que es precisamente cuando se ven esas realidades”.

En ocasiones, cuando hablamos del Rocío, pensamos directamente en la celebración de la romería de Pentecostés. Pero realmente la devoción a la Virgen del Rocío es una realidad de fe que no solo se vive en los días de romería o en la celebración del Rocío Chico en agosto, sino que cada día se ven innumerables peregrinos, “que llegan buscando un consuelo, una esperanza y un mirar la vida desde otra óptica, a través de los ojos de María”, explica Galán.

Los exvotos

Hay algunos elementos que llaman la atención cuando se visitan los santuarios o iglesias: Los exvotos se colocan cerca imágenes de la Virgen, que también tienen algo que ver con ese duelo y esa enfermedad y sufrimiento.

“Efectivamente esos esos exvotos, (la propia descripción del término exvoto, ya nos lo dice que es un regalo o una ofrenda que hace un fiel en agradecimiento a Dios), es una manera de agradecer. Se siguen entregando hoy en día, aunque creamos que todo eso es añejo y de un tiempo pasado. Hoy en día los distintos santuarios ponen de manifiesto esa devoción y lo profundo de esas devociones, y muchas veces a esos peregrinos que no llegan con una motivación devocional, sino quizás turística, esas muestras de afecto, les pueden llegar más concretamente al corazón”, concluye.

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