La 'princesa dj' que se viste de enfermera para acudir al Santuario de Lourdes cada año

Scilla Ruffo di Calabria es la sobrina-nieta de la Reina Paola de los Belgas, hija del príncipe Augusto Ruffo y de la princesa Irma Pss zu Windisch-Grätz. Durante el mes de diciembre se ha casado en Milán con el empresario Constantino Rivetti, y a la ceremonia ha acudido la hija de Isabel Preysler, y reciente ganadora de MasterChef Celebrity, Tamara Falcó. A Scilla no se la conoce solo por su título, sino también por su música. En la prensa internacional se le ha puesto el apodo de 'la princesa dj'.

La italiana, siendo parte de la nobleza, se codea con la aristocracia de toda Europa, su afición por 'pinchar' le ha llevado a las bodas de personajes famosos, pero además acude cada año como voluntaria al Santuario de Lourdes. Lo hace como hospitalaria de la Orden de Malta y peregrina con su madre para atender a las personas enfermas que se reúnen en este lugar.

En una entrevista para el diario ABC, Scilla Ruffo di Calabria asegura que "en Lourdes se nota la crisis económica. Nosotros pagamos por los enfermos que van a allí. Pero nunca hablamos de dinero, en Lourdes todo es acerca de la espiritualidad. Conozco a una señora de 70 años muy enferma, en silla de ruedas, que nunca se queja. Es muy fuerte, muy feliz, pese a que no recibe ayudas del Gobierno para sus medicinas. Ahí me doy cuenta de lo afortunada que soy. Estoy en contacto con ella todo el año, vamos a comer pizza, organizamos reuniones, viajes".

La noble italiana no explota su faceta solidaria únicamente en Lourdes. Después de terminar sus estudios de Relaciones Internacionales en Londres, lanzó iniciativas como 'Centinelas de la Salud en la Pasarela'. Un proyecto que quería batallar contra la anorexia en el oficio de las modelos de Milán.

El Santuario de Lourdes

El Santuario de Lourdes se sitúa al sur de Francia y es un lugar al que acuden dos millones y medio de personas cada año. La Basílica y la famosa Gruta son los puntos clave. En ese mismo sitio, en 1858, la Virgen María se apareció a una pequeña niña llamada Bernadette Soubirous.

Desde entonces, millones de personas han visitado este lugar para encontrarse con Dios y María. No son pocos los milagros y conversiones qeu han sucedido en este lugar. Por eso siguen acudiendo multitud de personas enfermas, no solo para pedir curación, sino para sanar también aquello que a veces más duele: el alma.