Rafael Alcalde, emprendedor y empresario católico: "Tus objetivos tienen que ser compatibles con el Evangelio"

Gracias al proyecto #HazMemoria, que esta semana se centra en el trabajo de los laicos, conocemos la historia de Rafael y cómo se lleva a una empresa la misión cristiana

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Rafael Alcalde es un emprendedor y empresario católico, está casado y tiene dos hijos. Asegura que su matrimonio es la primera vocación. Toda su vida ha evolucionado hacia la creatividad y el desarrollo software y tiene claro que ser emprendedor le ayuda a vivir su fe, le permite la conciliación y le sirve para fiarse de Dios cada día.

Gracias al proyecto #HazMemoria, que esta semana se centra en el papel de los laicos en la Iglesia, conocemos su historia y cómo se lleva a una empresa la misión cristiana.



¿Cuánto tiempo lleva dedicando Rafael a esta profesión? “Toda mi vida he estado enfocado al desarrollo software. Siempre he participado en startups o he creado las mías. Esta es la tercera. He ido evolucionando poco a poco hacia la creatividad. Creo que el Señor pone en el corazón ciertos deseos y en mi caso he visto que me ha puesto las herramientas y a la gente adecuada en el camino”.

Ser emprendedor le ha ayudado en muchas cosas pero sobre todo “a vivir la fe, porque hace que me tenga que fiar del Señor en todo momento. A mí también me ha permitido la conciliación, saber que tú tienes una misión pero que hay otro que te ayuda a conseguirlo, que te cuida en los momentos de dificultad y te impulsa a seguir adelante”.

A veces no llegamos a todo, es evidente, pero ahí te abandonas en el Señor y te dejas llevar”, subraya Rafael.

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El empresario asegura además que su empresa es “diferente […] se puede trabajar a gusto y en la que se va viendo la evolución de la gente […] sabemos que tenemos una misión y nos ayudamos entre todos. Creo que los empleados se sienten cuidados, que la empresa se preocupa por ellos. Que aunque seamos una startup muy molona y moderna, puedan sentir que va más allá, que somos un equipo”.

Es un punto de encuentro, tenemos mucha relación y lo que tú vives se va transmitiendo. Ves cómo alguien que no creía en Dios empieza ir a misa, o que otro entra en un grupo, que empleados de diferentes movimientos se cuidan entre sí y comparten su fe”, dice Rafael.



Pero, lo más importante, ¿cómo se lleva a una empresa la misión cristiana? Para Rafael, lo primero es que “el objetivo de la empresa sea compatible con el Evangelio. En nuestro caso la principal idea es preparar equipos que puedan desarrollar otras empresas tecnológicamente, esto permite que muchos profesionales que trabajaban por encargo y en cierto modo se sentían un poco “usados” puedan encontrar un ambiente de trabajo estable, que les cuida y les permite desarrollarse en otros aspectos de la vida”.

“También sabes que hay cosas por las que una empresa cristiana no puede pasar, nosotros eso lo tenemos muy claro. Aunque perdamos clientes hay cosas que no podemos hacer… y a lo mejor precisamente por esto hay otros clientes que ganamos”, subraya Rafael.


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