Saiz Meneses, a los nuevos obispos auxiliares de Sevilla: “Invitad a la conversión y a la santidad”

Teodoro León y Ramón Valdivia han sido ordenados este sábado como obispos auxiliares de Sevilla con la participación de una veintena de arzobispos y obispos españoles

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La Catedral de Sevilla ha acogido este sábado el acto de ordenación episcopal de los dos nuevos obispos auxiliares de Sevilla, Teodoro León y Ramón Valdivia, cuyos nombramientos fueron hechos públicos por el Papa Francisco el pasado 1 de abril. La misa ha sido presidida por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, quien ha estado acompañado por una veintena de arzobispos y obispos españoles, además del nuncio apostólico, Bernardito Auza.



Saiz Meneses ha comenzado su homilía indicando que “la historia de toda vocación sacerdotal es la historia de un diálogo inefable entre Dios y el hombre, entre el amor de Dios que llama y la libertad de quien le responde. Este modelo de llamada y respuesta, de iniciativa de Dios y de libertad responsable del ser humano, aparece siempre en las escenas vocacionales a lo largo de la Sagrada Escritura y de la historia de la Iglesia. Ahora bien, la iniciativa de la llamada pertenece siempre a Dios, tal como queda reflejado en las palabras de Jesús a los apóstoles: «No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca» (Jn 15, 16)”.

“Invitad a la conversión y a la santidad”

Se ha dirigido a los nuevos obispos auxiliares expresando que “vuestra misión principal será por un lado anunciar el Evangelio a todo el mundo, cumpliendo el mandato del Señor, llevar a los pobres su anuncio gozoso, para que todos los hombres reciban la salvación por medio de la fe, para que reciban la verdadera libertad y esperanza que permiten vivir al ser humano como hijo de Dios. Enseñar la Palabra de Dios, e invitad a todos a la conversión y a la santidad. Con una predicación que anuncia la Palabra de Dios no sólo de forma general, sino aplicando la verdad perenne del Evangelio a las circunstancias concretas de la vida de las personas”.

“Servid dando la vida”

Servid dando la vida, este es el único modo de hacer fructificar el don recibido y la misión encomendada. El Señor nos ha confiado unos bienes salvíficos que no nos pertenecen, que son de la Iglesia. Y nosotros hemos de dar cuentas sobre los bienes recibidos. Es preciso hacerlos fructificar siguiendo el ejemplo de Cristo que da la vida en la cruz, que se inmola por la salvación del mundo. Esta cruz y este sacrificio son el signo que distingue de forma radical y transparente al Buen Pastor de quien sólo es mercenario. La caridad pastoral vivida hasta las últimas consecuencias, será el principio que englobe y confiera unidad a vuestra existencia”.



Una vez ordenado obispo auxiliar, Teodoro León ha afirmado que es consciente de que “recibo el ministerio episcopal en unos tiempos que no son fáciles para la Iglesia. Se extiende el horizonte de la superficialidad y de la indiferencia religiosa en la vida de muchas personas, crece la increencia y el secularismo, es frecuente la ridiculización de la Iglesia y hasta la persecución de los cristianos, que en muchos países entregan su vida por su fe”.

“Una respuesta llena de confianza”

León ha añadido que “mi respuesta ante este nuevo ministerio está llena de confianza y esperanza porque, como en el día de mi ordenación sacerdotal, a Jesús le basta mi pobre amor, y, conociendo todas mis miserias, me dice de nuevo, como le dijo a San Mateo: “Sígueme”.

Por su parte, el también ordenado obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Valdivia, ha indicado que “sois testigos de cómo la Iglesia, a través de estos ritos, nos ha consagrado para su servicio, para que seamos vuestros pastores. Mientras pedíais a la Iglesia del Cielo la gracia de Cristo, me postraba por tierra, reconociendo mi pobreza y debilidad. Pero Él es más potente que mi indignidad, y me permite decirle con toda verdad: ¡Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero! Gracias, Trinidad insondable, por haberme elegido de entre vosotros y para vosotros, para que, en este ministerio, no baste solo mi respuesta a Su gracia, sino la compañía de cada uno de vosotros, que sois Su cuerpo. Por eso nos repite: ¡A vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer!”.

Mensaje a sus amigos misioneros

“Nuestra Iglesia no cabe entre estos hermosos muros, por eso, mi oficio pastoral de amar quiere alcanzar también a los misioneros, expandidos por todo el orbe, según el mandato pascual del Señor. Desde aquí quisiera abrazar a amigos que están en República Dominicana, en El Salvador y Guatemala, en Ecuador, en Perú, en Rusia, en Chile, también en Malawi, y en Francia, Bélgica o Luxemburgo”.

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