Una corona valorada en más de un millón de euros y otras piezas: el robo en la Catedral de Plasencia

Además de la joya de la Virgen del Puerto, también ha desaparecido la correspondiente al Niño Jesús, dos cruces pectorales y varios anillos episcopales

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Las joyas robadas de la Catedral de Plasencia (Cáceres) están valoradas en más de un millón de euros, según ha afirmado el acalde de la ciudad, Fernando Pizarro. La joya más importante del hurto ha sido ha sido la corona de su patrona, la Virgen del Puerto, que data de 1952 y se guarda en el museo de la catedral. Fue diseñada por Félix Granda con oro, platino y pedrería fina y hasta hace poco permanecía guardada en una caja de seguridad de un banco. Aunque la imagen de la Virgen se encuentra ubicada en el santuario de la Virgen del Puerto, a unos cuatro kilómetros del centro de la ciudad.

Solamente una vez al año, la corona ahora desaparecida, se traslada, bajo custodia de la Guardia Civil, hasta el santuario coincidiendo con el inicio de la novena de la Virgen, que este año tendrá lugar el próximo 7 de abril, día en que se celebrará la tradicional romería de la Virgen del Puerto.

Además de la corona de la Virgen, también ha desaparecido la correspondiente al Niño Jesús, dos cruces pectorales, y varios anillos episcopales. El robo se produjo durante la madrugada del sábado 23 al domingo 24 y para llevarlo a cabo los ladrones destrozaron el cristal blindado que la protegía.

La brigada científica de la Policía Nacional está trabajando en la investigación de este robo para recuperar las piezas y devolverlas al pueblo placentino y a toda la gente que tiene devoción a al Virgen del Puerto.



Carta del obispo, Mons. Ernesto Brotóns

Con motivo de este robo que ha conmocionado a la comunidad religiosa y a todo el pueblo placentino, el obispo de Plasencia, Mons. Ernesto Brotóns, ha enviado una carta a los medios:

"Duele en el alma. No solo han robado, entre otras piezas, una joya preciada y preciosa, de incalculable valor, sino un pedacito, no pequeño, del corazón de lo placentinos. Dos coronas robadas, la de la Ntra. Sra. del Puerto y la del Niño, forjadas gracias al cariño y la devoción de nuestros mayores, ricos y pobres. Dos coronas robadas, testigos de muchas lágrimas, oraciones, súplicas… recuerdo y memoria tierna y agradecida de nuestros antepasados, de nuestros mayores.

Aun siendo consciente de que suena ingenuo, y quizá lo sea, ruego a quien nos ha arrebatado este tesoro que recapacite y lo retorne. Me uno a la invitación del Cabildo a orar por la pronta recuperación de los bienes robados, también con una plena confianza en la acción policial. Estamos a plena disposición de la investigación en curso.

Ruego a nuestra Madre, en esta tarde del Domingo de Ramos, que acepte nuestro dolor y nuestra oración en desagravio por este hecho. Haciendo suyo nuestro disgusto y dolor, y, sin que ello suponga negar un ápice de la importancia de lo sucedido, Ella nos dice hoy con amor de Madre: «vosotros sois mi corona». Lo habéis sido desde siempre y lo sois. La robada nos representa, representa a nuestros mayores, y por eso nos duele. Mas, no lo olvidemos nunca, la más preciada corona para Nuestra Señora del Puerto somos nosotros, sus hijos, y el mayor regalo que podemos seguir ofreciéndole no es otro que nuestro cariño, nuestra fe, nuestra vida entregada por los demás, una vida en fraternidad. Y Ella, por más que nos hayan arrebatado su corona, siempre será nuestra Madre y nuestra Reina.

Placentinos, en el Puerto y en nuestros corazones, fijó su trono. A Ella no dejamos de encomendarnos."

Ernesto

Obispo de Plasencia

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