Un año del asesinato de Maria Coppi, misionera italiana en Mozambique: "Fui testigo de su martirio"

La sobrina de Maria de Coppi, Gabriella Bottani, relata cómo vivió sus últimas horas en la residencia que fue atacada por los yihadistas la madrugada del 7 de septiembre de 2022

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Se cumple un año del asesinato de Maria de Coppi, misionera italiana en Mozambique que perdía la vida durante los ataques terroristas ocurridos en la madrugada del 7 de septiembre de 2022 contra la misión comboniana de Chipene, al norte del país africano, al que la misionera había servido durante sesenta años. Tenía 83 años.

Durante los ataques también destruyeron e incendiaron la iglesia, la casa de las Hermanas, el hospital, la escuela o las dos residencias para estudiantes. Las otras dos Hermanas de la comunidad, la también italiana Eleonora Reboldi y la española Ángeles López Hernández, lograron escapar y esconderse en el bosque, junto a un grupo de niñas.

365 días después, la sobrina de Maria de Coppi, la Hermana Gabriella Bottani, recordaba en Vatican News que cuando se producía el ataque rebelde su tía “estaba al teléfono. Oí disparos y luego silencio. Enseguida me di cuenta de que había ocurrido algo grave y de que, como no oía gemidos, sino otras voces, probablemente habían matado a mi tía. No podía ver, pero fui testigo auditivo del martirio de mi tía”, ha relatado.

Una vida dedicada a Mozambique

María de Coppi llegó a Mozambique en 1963 a la misión de Mossuril, abierta nueve años antes, ocupándose de la educación primaria de las jóvenes musulmanas. En 1969 se trasladó a la misión de Alua, en el centro del país, dedicándose a la formación de catequistas e integrándose cada vez más con la población y sus costumbres. En 1973, la llegada a Chipene y, diez años más tarde, la guerra civil. A menudo fue testigo directo de tiroteos, arriesgando su vida, pero sin cuestionar nunca su lealtad a la misión.

Como explica la hermana Bottani, “Maria de Coppi formaba parte del pueblo de Mozambique, por lo que “lo suyo es un martirio que nace de la constancia de la vida cotidiana, del encuentro con el otro. Un amor que se construye. Un martirio que nace de quien se incomoda porque construye la paz, porque al fin y al cabo es lo que hizo mi tía durante tantos años y no sola. Lo construyó en comunidad junto con las hermanas, las religiosas, los sacerdotes diocesanos. Junto con la comunidad cristiana y la comunidad islámica. Era una mujer muy abierta, así que un martirio que se construye a través de las relaciones con los que son diferentes. Un martirio que lleva el testimonio de los que saben ir a contracorriente y realizar gestos sencillos y cotidianos de encuentro", ha continuado argumentando la sobrina de Maria de Coppi.

Una oración dedicada a Maria de Coppi

Con motivo del primer aniversario de su asesinato, las hermanas combonianas la recordarán con una oración dedicada a ella: "Fidelidad a Dios. Compartir con la gente. Hasta el don de la vida", en la que se alternarán lecturas bíblicas con pasajes de los escritos de sor María. "La recordaremos celebrando su vida y su testimonio", subraya además la hermana Bottani.

"Creo que su vida, si no la hubieran matado, no se habría hecho visible, porque después de esta experiencia tan fuerte que tuvo en los años 80, cuando era provincial en Mozambique, su liderazgo pasó al fondo de la congregación y continuó su servicio entre la gente, de una manera muy escondida, muy reservada”, ha asegurado.

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