Los cristianos en Myanmar abandonan sus casas tras los ataques del ejército: "La gente está desesperada"

Como resultado del intenso bombardeo, 7 parroquias católicas de la diócesis de Loikaw están ya completamente abandonadas

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Con un ataque masivo por sorpresa, con aviones, helicópteros y artillería pesada, el ejército birmano ha decidido aplastar toda resistencia en el estado birmano de Kayah, habitado por la población de etnia karenni.

En el estado de Kayah, donde los cristianos son aproximadamente un tercio de la población total de 300.000 habitantes, se ha producido un nuevo éxodo masivo de desplazados internos: “Como los soldados están disparando a la gente y saqueando sus propiedades, aproximadamente un tercio de la población total del estado de Kayah ha tenido que huir por su propia seguridad”, informa a la Agencia Fides el padre Paul Tinreh, sacerdote local y coordinador pastoral de la diócesis católica de Loikaw.

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"Las acciones militares son deplorables, deben ser detenidas inmediatamente"

Desde el 31 de mayo, el ejército lleva a cabo un bombardeo constante sobre Loikaw y Demoso con artillería, helicópteros de combate y cazabombarderos. “Las ciudades y los pueblos han sido atacados sin ninguna consideración por la seguridad de los civiles. Muchas personas necesitan urgentemente alimentos, medicinas y cobijo, ya que está comenzando la temporada de lluvias, y muchos tienen problemas estomacales, probablemente debido al agua sucia y al ambiente antihigiénico”, señala el padre Tinreh.

“Además, los militares han bloqueado las principales carreteras de acceso al estado para impedir que la población reciba ayuda humanitaria. Son responsables directos de la muerte de varios inocentes y de las lesiones de muchos. Las acciones militares son deplorables, deben ser detenidas inmediatamente. La gente está desesperada”, señala el sacerdote.

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Los militares asaltan y saquean la casa parroquial católica y el convento

En Demoso, donde en los últimos días fueron asesinados dos jóvenes católicos que llevaban alimentos a los desplazados, los militares también han asaltado y saqueado la casa parroquial católica y el convento.

Como resultado del intenso bombardeo, informa el sacerdote, 7 parroquias católicas de la diócesis de Loikaw están ya completamente abandonadas. Allí vivían unas 5.000 familias católicas con unos 35.000 fieles, ahora todos desplazados. Los 15 sacerdotes, las 24 religiosas, los 39 catequistas y los más de 100 ayudantes voluntarios que realizaban labores pastorales, sociales y caritativas en esas parroquias están ahora al servicio de los refugiados, pero la ayuda humanitaria es escasa.




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