Padre Samir Youssef: Irán está bombardeando a los refugiados iraníes en el Kurdistán iraquí

La ola de protestas tras la muerte de la joven kurda Masha Amini bajo custodia policial ha dejado ya más de un centenar de muertos

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Irán lleva varios días bombardeando los campos de refugiados y las bases de resistencia kurdo-iraníes en el Kurdistán iraquí, desde Erbil hasta Ankawa y Sulaymaniyya. Lo denuncia en la agencia AsiaNews el Padre Samir Youssef, presbítero de la diócesis de Amadiya. «Por la noche nos despiertan las explosiones. El objetivo son los campos de refugiados o los centros donde viven kurdos o iraníes de la disidencia que huyeron hace tiempo. (…) Las bombas y los ataques con drones han matado al menos a 12 personas y hay decenas de heridos. Entre las víctimas produjo una conmoción especial la muerte de una joven embarazada en un campo de refugiados; los médicos consiguieron al menos salvar al niño».

Los bombardeos están relacionados con la ola de protestas que sacude Irán tras la muerte, el pasado 16 de septiembre, de la joven Masha Amini, kurda, de 22 años. Amini falleció dos días después de ser detenida por la policía de lo moral por llevar mal puesto el hijab (velo islámico). La policía ha desmentido haberla sometido a tortura o malos tratos, pero testigos presenciales aseguran que fue golpeada tanto durante su traslado en un furgón policial como en comisaría.

El presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha prometido una investigación, pero pese al tiempo transcurrido, a día de hoy sigue sin hacerse pública la causa de la muerte. Este domingo 2 de octubre el padre de la joven denunció que nadie les ha dado aún «una respuesta». «Simplemente me dicen que espere dos o tres semanas», se ha lamentado.

Protestas

El crimen de Amini ha desencadenado una ola de protestas que se ha extendido a las principales ciudades del país. Amnistía Internacional informa de que tiene documentadas al menos 52 víctimas mortales —cinco de ellas mujeres y otras cinco menores de edad— entre el 19 y el 25 de septiembre, aunque señala que «el número real de víctimas es muy superior».

Human Right Watch Irán, por su parte, eleva la cifra de la represión a 93, a las que añade otras 40 personas asesinadas el pasado viernes cuando protestaban en Zahedan por la violación de una niña baluch de 15 años por un jefe de policía. Todas estas cifras, en cualquier caso, se quedan probablemente cortas dada la dificultad para recabar información: el gobierno ha restringido el acceso a Internet y a las principales redes sociales.

El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, ha acusado a Estados Unidos e Israel de estar detrás de los disturbios, informa Europa Press. «La reacción al incidente sin que hubiera una investigación, salir a las calles, quitarse el velo, incendiar mezquitas o vehículos de otras personas, no fue normal», ha dicho este lunes el gran ayatolá.

Amnistía ha obtenido documentación que demuestra que el régimen ha dado orden a los gobernadores de todas las provincias para que la Guardia Revolucionaria, la fuerza paramilitar Basij, la policía antidisturbios y los agentes de seguridad de paisano actúen «con la máxima severidad» contra «los antirrevolucionarios y alborotadores».

Entre los detenidos está la periodista Niloofar Hamedi, la primera en informar de la muerte de Amina.



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