Reuniones con mucho mensaje y divergencias "sin rifirrafes": el arzobispo de Rabat analiza el sínodo

Cristóbal López Romero ha asegurado en una conferencia que las reuniones del Sínodo se están celebrando en un ambiente fraterno, respeto y libertad

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El arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero, asegura tener “una impresión positiva del sínodo”, afirmando que este encuentro es “la primera Asamblea General” durante una conferencia ofrecida en la tarde de este martes, 17 de octubre.

A juicio de López Romero, la organización del Sínodo contiene en sí mismo un mensaje, como el hecho de que “haya habido una consulta universal, extendida, invitando a todos los cristianos y no cristianos a participar. También que se han celebrado asambleas continentales después del trabajo de las parroquias, de las diócesis y de las conferencias episcopales. Y que haya habido participación de mujeres, laicos y presbíteros en las asambleas generales, como ahora y en la próxima que habrá, ese también es un mensaje”, ha asegurado.

Para el arzobispo de Rabat, otro mensaje contundente que transmite este Sínodo es el hecho de que no se haya utilizado para las reuniones la sala habilitada para este tipo de asambleas, apostando por el sistema de mesas redondas, lo que a su juicio “indica también una manera de funcionar diferente”, considera.

Para el religioso español, el proceso sinodal vivido en todo el planeta estos dos años “ha supuesto un conocimiento mutuo de unos con otros, de acercamiento y de compartir ideas. Esto no es el sínodo, es una etapa que va a durar al menos tres años. Esperamos que el Sínodo pase, pero la sinodalidad se quede porque eso es lo interesante. Que el Sínodo deje una actitud, una forma de funcionar, una forma de organizarnos que es la sinodalidad. Lo hecho hasta ahora, no solo ha valido la pena, sino que justifica el que estemos todos aquí. Ha habido muchos encuentros de reflexión y de oración y todo ello en un clima muy espiritual”, ha manifestado durante la conferencia.



López Romero ha agregado que los encuentros sinodales en la asamblea se están produciendo en un ambiente “fraterno, sereno y de palabra libre que hay entre nosotros. Verdaderamente nos sentamos en la misma mesa laicos, cardenales, obispos, sacerdotes sin ninguna diferencia, es un ambiente verdaderamente de fraternidad”, pero ello no impide, apunta, que no haya divergencias en el modelo de Iglesia.

“Hay divergencias, pero no un rifirrafe, un cruzamiento de disparos de unos contra otros. El método de la conversación hace que seamos respetuosos, cada uno dice lo que en conciencia tiene que decir, pero no habla en respuesta a lo que otro ha dicho. No se producen esos enfrentamientos tan frecuentes en parlamentos políticos. Todo el mundo es libre en decir lo que quiera. Hay divergencias pero es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”, ha sostenido López Romero.

Finalmente, el arzobispo de Rabat ha advertido que en esta primera parte de la asamblea sinodal que concluye el 29 de octubre no culminará con resoluciones concretas: “Vamos a trabajar todavía durante un año y nos llevaremos deberes para casa, no vamos a pasar un año de vacaciones sinodales. Habrá que trabajar en las parroquias y en las diócesis y volveremos dentro de un año para cerrar el tema y llegar a conclusiones. Esta etapa es más de calentamiento, compartir experiencias, abrir los ojos, sensibilización”.

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