Siete propuestas para un sistema económico más justo e inclusivo: "Es momento de dialogar sobre fe y economía"

Este jueves, 22 de septiembre, comienza el encuentro global 'Economía de Francisco', en el que un millar de jóvenes procedentes de los seis continentes se reúnen en la localidad italiana de Asís para trazar un camino en común que dé lugar a una economía que ponga al hombre en el centro para así lograr un modelo más justo e inclusivo.

Un encuentro que se prolongará hasta el sábado, en la que el Papa Francisco se desplazará hasta Asís para pronunciar un discurso de apoyo.

El objetivo marcado en 'Economía de Francisco' es construir una nueva economía a la medida del hombre y para el hombre, que sea socialmente justa, económicamente viable, ambientalmente sostenible y éticamente responsable.

Tal y como han alertado los organizadores del evento, no es concebible que más de 800 millones de personas pasen hambre, cuando el planeta produce suficientes alimentos para 11.000 millones de personas. Una cifra que les lleva a afirmar que el problema no es la escasez de recursos ni de dinero, sino la falta de justicia y de compartir.

La economista Marta Pedrazas, que trabaja en la actualidad en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ha indicado que es el momento de “dialogar sobre fe y economía, inspirados por la espiritualidad de San Francisco de Asís, los valores de la Doctrina Social de la Iglesia y el liderazgo del Papa”.

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En los últimos años, Pedrazas trabaja en la villa de las desigualdades, “donde trabajamos distintos modelos de desigualdad para que no solo tenga un enfoque económico, sino también la inclusión social, la política, la cultura... y proponer modelos de inclusión social para personas con distintas capacidades”, ha expresado en un vídeo difundido en las horas previas al inicio del encuentro.

Siete propuestas de la 'Economía de Francisco'

1. Frenar el ritmo económico a nivel mundial para dejar respirar a la Tierra y a las personas más vulnerables que viven en ella”.

2. Compartir tecnologías avanzadas para ayudar a los países de bajos ingresos a desarrollar fuentes de energía y economías de manera sostenible que no contribuyan al calentamiento global.

3. Posicionar la administración de los bienes comunes, incluyendo la atmósfera y los ecosistemas, en el centro de las agendas gubernamentales y académicas.

4. Respetar el derecho a un trabajo decente para todos.

5. Abolir de manera inmediata los paraísos fiscales en todo el mundo.

6. Proporcionar una educación de calidad e igualdad de oportunidades de trabajo para las mujeres.

7. Reorientar los recursos invertidos en la guerra hacia la educación y la salud.