Tolentino de Mendonça, sobre el futuro de las universidades católicas: "Evitar convertirse en una parroquia"

Para el cardenal portugués ser "buenas universidades no es suficiente": "No deberían limitarse a conceder únicamente títulos profesionales de calidad y a garantizar carreras"

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La educación es un acto de esperanza que, partiendo del presente, mira hacia el futuro", es a partir de esta frase del Papa Francisco (Videomensaje a los participantes en la reunión de la Misión 4.7 de la UNESCO) que el cardenal José Tolentino de Mendonça desarrolló su discurso a los miembros de la FIUC (Federación Internacional de Universidades Católicas).

En su discurso, propuso examinar un camino a seguir, para poder avanzar hacia el futuro. En esta perspectiva, considera que hay dos aspectos esenciales que deben mantenerse: la Identidad y la Misión, y otros dos que estamos llamados a renovar: el Diálogo y la Pastoral Universitaria.

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Reflexionando a partir de la frase del Papa Francisco, el cardenal portugués ha subrayado que “mirar desde el presente implica ampliar la visión y escuchar a otras miradas, a imitación de un poliedro […] no podemos limitarnos a ver únicamente las Universidades desde nuestra propia realidad. Necesitamos que, al igual que el poliedro, muchas miradas reflejen la originalidad de las Instituciones de educación católica, a través de la confluencia de todos los posicionamientos o puntos de vista”.

Empezando por todos los actores que construyen el presente de las Universidades católicas, “nuestra mirada hacia el futuro no se limitará a una programación rutinaria. Nuestra mirada se convertirá en un acto de esperanza”.

Para el cardenal, que las Universidades católicas sean buenas universidad no es suficiente: “No deberían limitarse a conceder únicamente títulos profesionales de calidad y a garantizar carreras ambiciosas […] tienen que estar dispuestas a “transmitir un sistema de valores basado en el reconocimiento de la dignidad de cada persona, de cada comunidad lingüística, étnica y religiosa, de cada pueblo y de los derechos fundamentales que derivan de estos””

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Tras reflexionar sobre este desafío, José Tolentino de Mendonça ha propuesto un camino a seguir para avanzar hacia el futuro y ha considerado dos aspectos esenciales: la identidad y la misión.

Sobre el primer aspecto, el cardenal ha afirmado que sin una identidad, la universidad “se alejaría de la misión de educar, a ejemplo de Jesús […] y se convertiría en una fábrica de títulos profesionales”. Asimismo, sobre la misión, el cardenal portugués cree que es un aspecto al que no puede renunciar una Universidad católica y que se une “a la hermosa tarea de la evangelización: “En una Universidad católica esta presencia se traduce, sobre todo, por el diálogo continuo y científico entre la fe y la razón. Hoy, y en el futuro, será necesario consolidar entre la fe y la razón una compatibilidad creíble”.

“Una Institución educativa católica debe evitar la aspiración de convertirse en una parroquia o en un grupo de devoción. De la misma manera, debe alejarse de la presunción de proclamar que solo algunas ciencias aceptarían la presencia de la fe y que otras estarían exentas de ella”, ha subrayado el cardenal durante su discurso.

FIUC - International Federation University Catholic

Tras reflexionar sobre identidad y misión, Tolentino de Mendonça ha presentado otros dos aspectos “que necesitan renovación ahora para sembrar un futuro prometedor”: diálogo y pastoral universitaria.

Sobre el diálogo, el cardenal portugués cree que “la invitación a dialogar ha sido una constante” en el magisterio del Papa Francisco: “El diálogo forma parte de la dimensión constitutiva de todo ser humano [...] El individuo necesita dialogar. Todo su ser corporal, su ser espiritual y su obrar apuntan hacia la comunicación. Para el educador y el estudiante universitario de una Universidad católica, el diálogo se fundamenta y se desarrolla en la dinámica dialógica trinitaria, en el diálogo entre Dios y el hombre y en el diálogo entre los mismos hombres”.



“Las comunidades educativas católicas no pueden ser, si no son sinodales. Deben permitir que la persona se exprese y crezca humanamente en un proceso de relación dialógica, interactuando de manera constructiva, ejercitando el respecto, comprendiendo los diferentes puntos de vista, creando confianza en un ambiente de auténtica armonía”, ha remarcado el cardenal.

En relación a la Pastoral universitaria, José Tolentino de Mendonça ha lamentado que “algunas Universidades católicas siguen considerando que la pastoral se limita a poseer una capilla, una imagen de Cristo, o de la Virgen, o de algún santo. Piensan que son católicas porque tienen asignado un capellán o algún agente de pastoral. En otras universidades, los signos cristianos no están presentes. Por eso, si queremos que nuestro futuro esté comprometido con la sociedad fraterna que deseamos, se hace necesario reflexionar, partiendo del Kerygma, sobre la pastoral universitaria que necesitamos ahora y que podría influir en el futuro”. Por último, el cardenal portugués ha pedido a las Universidades católicas que, “a partir de nuestro presente, con sus pros y sus contras, vislumbremos con seriedad el futuro”.

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