Un obispo de Camerún condena la violencia del país tras el asesinato de una menor de 6 años: "No hay derecho"

El agente disparó contra el vehículo en el que viajaba la menor por no someterse al control policial. Tras el asesinato, el policía recibió un linchamiento que le costó la vida

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El pasado 14 de octubre se vivió un momento dramático en Camerún, cuando un menor de seis años fue asesinada tras recibir un disparo de un agente de policía, que a su vez murió tras ser linchado por un grupo de personas. Según informaron los medios locales, el agente trataba de detener al conductor del vehículo en el que viajaba también la menor para someterse al control policial en la ciudad de Buea. Por ello, el policía abrió fuego contra el coche, impactando la bala sobre la pequeña.

El obispo de Buea, Mons. Michael Bibi, ha pedido una oración por la chica y ha condenado los hechos: “Vi con asombro, pena y horror la cabeza deformada del cuerpo sin vida de la pequeña de seis años, Enondiale Tchuengia Carolaise, alumna de la CUlB Academy of Talents Primary School Molyko, en Buea, quien fue brutalmente asesinada el 14 de octubre alrededor de las ocho de la mañana”.

“La niña inocente fue baleada por un agente de policía cerca de la Cocatedral de la Divina Misericordia en Molyko, Buea, cuando su madre la acompañaba a la escuela”, agregó el Prelado.

“Un grupo enojado de personas logró retener al agente que disparó cuando trataba de escapar y fue linchado hasta morir”, prosiguió el obispo. “Siento el dolor de la familia de la niña y de quienes han perdido a sus seres queridos en circunstancias similares. Extiendo mis condolencias a las familias y les pido a todos rezar por los fallecidos”, continuó.

El Obispo de Buea dijo que en los próximos días se celebrará una Misa para rezar por la niña. El Prelado condenó el asesinato de la pequeña y el linchamiento del policía. “Uno mi voz a la de muchos otros al condenar las balas disparadas contra el auto que llevaron a la muerte de una niña inocente solo porque el conductor no cumplió con algunas medidas de seguridad. También condeno el asesinato del policía que fue linchado por varias personas, pues nadie tiene el derecho a quitar una vida humana”.

Las regiones angloparlantes de Camerún, el noroeste y el suroeste, viven en conflicto desde 2016. Desde entonces, la violencia ha provocado el desplazamiento de más de 670.000 personas. Además, se calcula que más de 600.000 niños no van a la escuela en ambas regiones y que han muerto unas 3.000 personas en estos años.

En agosto, un niño de siete años murió en medio del fuego cruzado entre militares y rebeldes cerca de un colegio en la Diócesis de Kumbo. En su declaración, el obispo de Buea condenó la violencia y alentó a “seguir rezando para que haya paz, justicia y armonía en nuestro país”.

El Prelado pidió a las fuerzas del orden que “tengan más control al realizar operativos de seguridad que puedan poner en riesgo la vida de civiles inocentes”.

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