El obispo de Vitoria anima a ver en la Resurrección del Señor “una cura para las heridas internas que tenemos"

Mons. Elizalde ha deseado una Pascua "fecunda, alegre y sobre todo esperanzadora, como última palabra para tanto sufrimiento, desesperanza y oscuridad"

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En su tradicional felicitación de Pascua, el obispo de Vitoria, Mons. Elizalde,ha afirmado que "tras un año de pandemia hay atisbos de esperanza” y ha animado a ver en la Resurrección del Señor “una cura para las heridas internas que todos tenemos” especialmente “ante tanto sufrimiento y oscuridad”.

Además, el Obispado ha agradecido a ciudadanos y párrocos por el esfuerzo en celebrar los oficios de manera segura, respetando los aforos y las medidas sanitarias y a las Cofradías por todas las iniciativas durante esta Semana Santa.

“Estamos viviendo el acontecimiento más impactante de la Historia, el más trascendente”. Así comienza su mensaje de Pascua el Obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde, para felicitar a toda la sociedad por la conmemoración de la Resurrección de Jesús, tras estos días de Semana Santa que recordaban sus últimos días y su Pasión en Jerusalén hace más de dos mil años.



En su videomensaje ha repasado los primeros momentos que vivieron los discípulos tras conocerse esta gran noticia. “Aquellos testigos, que le vieron, tocaron y escucharon fueron los primeros que experimentaron la fraternidad y la alegría” ha dicho, asegurando que “algo tuvo que ocurrir allí cuando pasaron de ser un saco de amargura a llenarse de alegría, a pesar incluso de dejarse maltratar o azotar en nombre de Jesús”.

El obispo ha insistido en lo extraordinario de aquello porque “siendo judios, abandonar el sabbat –el día sagrado de los hebreos– y cambiarlo por otro día –el domingo– solo se puede explicar si algo grande e indescriptible pasó en sus vidas”. En este sentido, ha afirmado que “hoy, nosotros, tenemos fe por aquellos testigos, es decir, nos han llegado los testimonios de la Resurrección que nutre la fe hasta nuestros días por sus efectos”.

Por ello los cristianos en todo el mundo “celebramos la Pascua con un torrente de alegría durante 50 días pascuales, 50 días donde intentamos asimilar este misterio”. En este sentido, ha animado a quien “tenga heridas en su ser se deje curar y se acerque a la Resurrección a través de las llagas de quien fue crucificado y resucitó”.

Para Monseñor Elizalde, este hito marca un antes y un después en la Historia: “Con la Resurrección de Cristo, la muerte no tiene la última palabra, la última palabra es la Vida, con mayúscula”, por lo tanto, ha asegurado, “volveremos a reunirnos en esa Casa del Padre que es para todos”. La Resurrección “es un amanecer, una vida nueva, el primer día, aún estando oscuro todavía, tal y como narra el Evangelio”.

Una Pascua “fecunda, alegre y sobre todo esperanzadora"

En clara alusión a la pandemia que aún golpea nuestras vidas, el obispo de Vitoria ha alentado a mirar con esperanza el futuro pese a la oscuridad a la que aún asistimos: “No estamos en aquel confinamiento terrible de hace un año, pero sí se atisba esperanza. Lo hemos experimentado desde el inicio de la pandemia con la entrega hasta la extenuación de tantísimas personas, profesionales y voluntarios, hombres y mujeres que desde el minuto cero abrieron la puerta a la esperanza”.

Ha citado a las profesiones esenciales, a los sanitarios, a las entidades eclesiales caritativas “que no cesaron de estar cerca de los más vulnerables, hombres y mujeres que dieron lo mejor de ellos mismos”, convirtiéndose así todos en “parte de la esperanza de la Resurrección”. Y, ha finalizado su mensaje deseando una “muy feliz Pascua a todos” con su intención de que sea “fecunda, alegre y sobre todo esperanzadora, como última palabra para tanto sufrimiento, desesperanza y oscuridad”.

Los principales oficios de la Semana Santa en Vitoria

Por otra parte, todas las parroquias en diferentes barrios de la capital así como en la zona rural han acogido los principales oficios de la Semana Santa cumpliendo con los protocolos de aforo y las medidas sanitarias. En algunos templos se han doblado el número de misas para garantizarlo. Las celebraciones principales fueron presididas por el obispo de Vitoria en la Catedral Nueva retransmitiéndose en directo y alcanzando buenas audiencias en el canal de Youtube de la Diócesis como, por ejemplo, los más de 1.700 dispositivos conectados durante la Hora Santa en la noche del Jueves Santo emitida de 22:00h a 23:00h.

El Viernes Santo alrededor de 2.000 fueron las personas que visitaron la iglesia de San Vicente donde se encuentran los pasos que procesionan habitualmente por las calles de Vitoria-Gasteiz y que estuvo abierta ininterrumpidamente desde las 10:00h y hasta las 20:00h, con el Cristo de la Vera Cruz en el pórtico custodiado por los cofrades que se turnaban cada hora.

El Obispado de Vitoria agradece a los párrocos y a las Cofradías Penitenciales, así como a los miles de fieles que han acudido a los templos estos días por velar por el orden y el cumplimiento de las normas sanitarias y por ofrecer, pese a la situación, una Semana Santa muy diferente a la anterior con oficios presenciales y pasos disponibles para verlos de cerca, entre otras iniciativas en versión digital y también para niños y niñas.

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