Fallece el cardenal Marian Jaworski, amigo fraterno de San Juan Pablo II

El arzobispo emérito de Lviv llevaba dos semanas ingresado en un centro hospitalario

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Este sábado 5 de septiembre fallecía en Cracovia el arzobispo emérito de Lviv de los Latinos (Ucrania), cardenal Marian Jaworski. Tenía 94 años y llevaba dos semanas ingresado en un centro hospitalario. Vivía en la ciudad polaca desde su retirada de esa sede en 2008.

Nacido el 21 de agosto de 1926 en Lviv, gran parte de su vida transcurrió en el país de san Juan Pablo II, a quien conocía desde 1950 y del que fue gran amigo personal. Llegó como seminarista — el seminario de Lviv fue trasladado a Polonia tras la ocupación de la ciudad por las tropas bolcheviques en 1945 — y allí se formó y se ordenó sacerdote el 25 de junio de 1950.

Gran parte de su vida la dedicó al estudio, primero como alumno y luego en calidad de docente. Sus tesis doctorales versaron sobre «El desarrollo del pensamiento sobre el principio de la causalidad en la obra de Józef Geyser» (Teología) y «La teoría aristotélica y tomista del principio creativo en el contexto del ser» (Filosofía), esta última en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Lublin. También obtuvo el título de Filosofía de la Religión en la Academia Católica de Varsovia (hoy Universidad Cardenal Stefan Wyszynski) con una tesis titulada «Conocimiento religioso de Dios según Romano Guardini. Estudio analítico-crítico». Durante años fue profesor en este último centro y en la Pontificia Facultad Teológica de Cracovia, de la que fue asimismo decano entre 1976 y 1981. También fue reconocido con un doctorado honoris causa por la universidad alemana de Bonn (1985).

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Su trabajo de reorganización de la actividad pastoral en Lviv

El 21 de mayo de 1984 Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Lambesi y administrador apostólico de Lubaczów. Fue ordenado obispo el 23 de junio de 1984 y el 16 de enero de 1991 el Pontífice lo nombró Arzobispo Metropolitano de Lviv dei Latini.Regresó, pues, a su ciudad de origen, donde trabajó para la reorganización de la actividad pastoral, llevando a cabo una paciente labor de refundación de parroquias y trabajando en la petición de restitución de iglesias, a menudo transformadas en salas de conciertos, cines, teatros o salas de deporte. Presta gran atención a la actividad del Seminario Mayor de Lviv, erigido en 1997, consciente de la importancia de la preparación de un clero indígena. También se convirtió en rector de la estructura, para poder seguir de cerca su desarrollo, y trabajó para la preparación de un laicado maduro y responsable.

Pastoreó su sede natal durante 18 años, hasta el 21 de octubre de 2008. En este periodo ejerció también como administrador apostólico de la diócesis de Lutsk (1996-1998), y desde 1994, y hasta 2008, presidió también la Conferencia Episcopal Ucraniana.

Juan Pablo II lo creó cardenal «in pectore» en el consistorio del 21 de febrero de 1998, si bien no fue hasta otro consistorio, justo tres años después, cuando hizo público su nombre y recibió la púrpura. Ello le permitió participar en el cónclave que en 2005 eligió a Benedicto XVI, pero no así en el que en 2013 deparó la elección de Papa Francisco pues ya había superado ampliamente los ochenta años. En la Curia formó parte de la Congregación para el Clero y del Pontificio Consejo para la Familia.

Con su muerte, integran el colegio cardenalicio 219 purpurados, de los que actualmente tienen la condición de electores 122.

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