El Papa: «El que solo ayuda y no adora, es un ateo bueno; el que adora y no ayuda, es un cínico, un mentiroso»

Francisco reivindica ante una delegación del Seminario Rabínico Latinoamericano «que nuestra fe se haga obras y que nuestras obras nos lleven a la fe»

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«El que solamente ayuda y no ahora es un ateo bueno, nada más. El que adora y no ayuda, es un cínico, un mentiroso». Esto es lo que dijo el pasado viernes, 2 de diciembre, el Papa Francisco durante la audiencia a una delegación del Seminario Rabínico Latinoamericano. Sus palabras han sido divulgadas por la Sala de Prensa de la Santa Sede en la tarde de hoy domingo.

En Santo Padre lamenta que cuando habla de cuestiones de justicia, como hacían los profetas, le ponen el sambenito de «comunista». «A mí me lo dicen», refiere a sus paisanos argentinos. «”Este Papa —les explica— en vez de hablar de Dios, está hablando de cosas sociales”. Y van juntas: la justicia, la justicia del corazón, en toda la Biblia, es siempre con Dios y con el prójimo. Van juntas. O sea, adorar y servir, adorar y ayudar».

«La guerra me hace sufrir»

Francisco alude también a la guerra y reivindica una «una cultura de la mansedumbre, del hombre justo». «A mí me molesta esto de la guerra, me hacer sufrir. Hermanos contra hermanos…», afirma. «Pero no solo esta. Pensar que en un siglo hubo tres guerras mundiales: 39-45, 14-18 y esta. Pensar que, si no se hicieran armas durante un año, se acabaría el hambre en el mundo…».

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El Papa señala que una guerra se hace «cuando un imperio se siente débil», para «usar las armas que tiene que vender o dar para hacerlas nuevas». «Me hace sufrir ver probar estos drones que estaban dando vueltas por Ucrania, que son armas nuevas que están probando, a costillas de gente que muere».

El Santo Padre llama a dejar atrás la «cultura de la crueldad» y a sustituirla por «una cultura de la mansedumbre, del hombre justo». «(…) Trabajemos desde nuestra fe, con estos libros sagrados comunes y dando ejemplo de fraternidad», pide a la delegación.


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