Francisco nos llama a salir de la indiferencia para descubrir nuestra propia vocación en la Iglesia

En su mensaje con motivo de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones que se celebra el 21 de abril, el Papa recuerda que todos podemos ser sembradores de esperanza y paz

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El Papa Francisco recuerda a los fieles que con la ayuda del Espíritu Santo se puede ser sembrador de esperanza y de paz en su mensaje para la 61ª Jornada Mundial de Oración por las Vocacionesque se celebrará el 21 de abril y que este año lleva por lema 'Llamados a sembrar la esperanza y a construir la paz'.

En el texto, publicado este martes coincidiendo con la festividad de San José, el Pontífice argentino recuerda con gratitud ante el Señor “el compromiso fiel, cotidiano y a menudo escondido de aquellos que han abrazado una llamada que implica toda su vida”.

En este sentido, el obispo de Roma ha pensado en padres y madres que nunca anteponen sus intereses “y no se dejan llevar por la corriente de un estilo superficial”, comprometiéndose, apunta Francisco “a construir un mundo más justo, una economía más solidaria, una política más equitativa, una sociedad más humana; en todos los hombres y las mujeres de buena voluntad que se desgastan por el bien común”.

El Papa también ha dirigido su mensaje a los consagrados, que “ofrecen la propia existencia al Señor tanto en el silencio de la oración como en la acción apostólica, a veces en lugares de frontera y exclusión, sin escatimar energías, llevando adelante su carisma con creatividad y poniéndolo a disposición de aquellos que encuentran”, y no olvida a los sacerdotes, dedicados “al anuncio del Evangelio, y ofrecen su propia vida, junto al Pan eucarístico, por los hermanos, sembrando esperanza y mostrando a todos la belleza del Reino de Dios”.

En cuanto a los jóvenes, el Sucesor de Pedro se ha dirigido a quienes se sienten alejados de la Iglesia, y les invita a que “se dejen fascinar por Jesús, que le planteen sus inquietudes fundamentales”.

El Pontífice ha hecho hincapié en que “la polifonía de los carismas y de las vocaciones, que la comunidad cristiana reconoce y acompaña, nos ayuda a comprender plenamente nuestra identidad como cristianos”.

“Como pueblo de Dios que camina por los senderos del mundo, prosigue el Sucesor de Pedro, animados por el Espíritu Santo e insertados como piedras vivas en el Cuerpo de Cristo, cada uno de nosotros se descubre como miembro de una gran familia, hijo del Padre y hermano y hermana de sus semejantes. No somos islas encerradas en sí mismas, sino que somos partes del todo", ha continuado expresando el Santo Padre.

De esta manera, Francisco considera que la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones lleva impreso el sello de la sinodalidad, ya que los carismas son muchos y están llamados a escucharse mutuamente para “caminar juntos para descubrirlos y para discernir a qué nos llama el Espíritu para el bien de todos”.

En el marco del Año de la Oración, en preparación al Jubileo de 2025, el Papa recuerda el llamado de todos a redescubrir “el don inestimable de poder dialogar con el Señor, de corazón a corazón, convirtiéndonos en peregrinos de esperanza, porque «la oración es la primera fuerza de la esperanza”.

Al final de su mensaje, el Pontífice pide a todos “levantarse, despertar del sueño, salir de la indiferencia, abrir las rejas de la prisión en la que tantas veces nos encerramos, para que cada uno de nosotros pueda descubrir la propia vocación en la Iglesia y en el mundo y se convierta en peregrino de esperanza y artífice de paz”.

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