María Herrera, la madre que busca a sus 4 hijos desaparecidos y que se ha encontrado con el Papa Francisco

Se estima que en México más de 100.000 personas están en paradero desconocido. El Papa Francisco colocó su mano sobre las fotos de los cuatro hijos de María

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Desde ECCLESIA hemos informado en los últimos meses de noticias sobre robos en templos, tiroteos o asesinatos a religiosos y feligreses que se han producido en México. Una situación que preocupa cada vez más a los habitantes del país hermano.

En las últimas horas, se ha conocido el drama que vive María Herrera, una madre que está desesperada por encontrar a sus cuatro hijos, que a día de hoy permanecen desaparecidos. No es un caso aislado por desgracia. Se estima que en México más de 100.000 personas están en paradero desconocido.

Pero María Herrera, en su desesperada búsqueda de sus hijos, ha dado un paso más, y se ha encontrado en las últimas horas con el Papa Francisco, concretamente en la audiencia general del miércoles 25 de mayo.

El Santo Padre tuvo la oportunidad de saludar a María Herrera para, de esta forma, dar aliento a las miles de familias que padecen este drama no solo en México, sino en tantos países. Durante el breve encuentro de Herrera con Francisco, la primera le pidió que hiciera una llamada a los gobiernos del país centroamericano para que detengan la violencia.



Una violencia de la que han sido víctimas Raúl, Jesús, Luis Armando y Gustavo, los cuatro hijos de esta madre que ha perdido toda esperanza: “México ha llegado a más de 100,00 personas desaparecidas por la violencia. Yo, María Herrera, tengo cuatro hijos desaparecidos: Raúl, Jesús, Luis Armando y Gustavo”, dijo la mujer en una carta entregada al obispo de Roma.

“Ante la indiferencia de nuestros gobiernos, las madres tenemos que salir a buscar con nuestras propias manos, picos y palas. No nos olvide. Rece por nosotras y llame a nuestros gobiernos a buscar a los desaparecidos y a detener la violencia, a nuestros pastores a acompañarnos más, y a la sociedad a ser empática con nuestro dolor”, se podía leer en la misiva.

Al encontrarse con María, el Papa colocó su mano sobre las fotos de los cuatro hijos desaparecidos y bendijo, en la persona de la mexicana, a las madres que buscan a sus seres queridos.

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