El Papa Francisco asegura que la Iglesia cumple con su compromiso de rendir justicia a las víctimas de abusos

En una reunión con la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Santo Padre recupera que las reformas del Código de Derecho Canónico prevé endurecer las penas

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El Papa Francisco ha asegurado que la Iglesia está cumpliendo "con firme determinación" con el "compromiso de rendir justicia a las víctimas de abusos cometidos por sus miembros" y ha recordado que las últimas reformas del Código de Derecho Canónico que prevé nuevas penas, como la reparación, la indemnización por daños y perjuicios, la privación de toda o parte de la remuneración eclesiástica en los casos de abusos sexuales o encubrimiento.

"La Iglesia, con la ayuda de Dios, está cumpliendo con firme determinación con el compromiso de rendir justicia a las víctimas de abusos por parte de sus miembros, aplicando con particular atención y rigor a la legislación canónica prevista", ha asegurado el Pontífice en una reunión con algunos de los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el organismo competente en este tipo de delitos.

"Con este propósito he procedido recientemente a actualizar las normas sobre los delitos reservados en la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el deseo de hacer más eficaz la acción judicial. Esto solo no puede ser suficiente para frenar el fenómeno, pero es un paso necesario para restaurar la justicia, para reparar el escándalo y enmendar al ofensor", ha declarado el Papa.

La reforma judicial cambió desde el pasado 8 de diciembre la legislación de toda la Iglesia universal implementando un nuevo sistema sancionatorio en casos de pederastia o encubrimiento y haciendo más específicos los pasos que debe seguir la autoridad cuando recibe una denuncia o cuando se entera de comportamientos delictivos por parte de personas que dependen de esa autoridad (clérigos, religiosos o laicos).

En su discurso, el obispo de Roma también se ha referido a la dispensa de matrimonios no sacramentales para contraer un nuevo matrimonio, otra de las tareas que llevan adelante los miembros de la Congregación. El Pontífice les ha pedido que examinen cada caso con "discernimiento". Así, ha manifestado que cuando la Iglesia concede la disolución de un vínculo matrimonial no sacramental, es decir en el caso por ejemplo de que la parte bautizada pretenda contraer nuevo matrimonio con otro bautizado, no se trata solo de la "cancelación canónica de un matrimonio" que "en todo caso ya era fallido", sino que, en realidad, con ese acto "eminentemente pastoral" se pretende "siempre favorecer la fe católica". Así lo ha definido como un gesto en favor de "la nueva unión y de la familia, de la que este nuevo matrimonio será el núcleo".



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