El Papa Francisco dona 100.000 euros para las víctimas de los atentados yihadistas en Sri Lanka

Los atentados suicidas que cometieron los yihadistas el Domingo de Pascua del 2019 en algunos templos y hoteles del país costó la vida a 267 personas y dejó más de 500 heridos

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En las últimas horas se ha dado a conocer uno de los gestos silenciosos que protagoniza el Papa Francisco con el objetivo de ayudar a las familias más necesitadas. En esta ocasión, ha ido dirigido a los cristianos de Sri Lanka. El Santo Padre ha enviado una nueva donación de 100.000 euros al país asiático, concretamente a las víctimas y familiares de los atentados suicidas que cometieron los yihadistas el Domingo de Pascua del 2019 en algunos templos, iglesias y hoteles del país.

Aquellos atentados costaron la vida a un total de 267 personas, a lo que sumaron más de 500 heridos. El gobierno en su momento prometió a las víctimas depurar responsabilidades por estos atentados, encontrar a los autores y ayudar a los afectados, pero la realidad tres años después es que esas ayudas han brillado por su ausencia.

Sri Lanka es hoy en día un país marcado por las llamas y la bancarrota. En este contexto, el obispo de Roma ha enviado estos 100.000 euros, repartidos el día de la Festividad de Nuestra Señora de la Asunción (15 de agosto), en la iglesia de San Antonio, uno de los templos donde los terroristas perpetraron los ataques.

El reparto estuvo coordinado por el arzobispo de Colombo y el Nuncio Apostólico en el país del sur de la India. Cada víctima o familiar recibió una pequeña cantidad, que pone de manifiesto la cercanía de Francisco con los cristianos de Sri Lanka.

No es la primera vez que el Papa muestra esta proximidad con los que sufren los ataques del país. En el Ángelus del domingo 10 de julio, el Pontífice argentino tuvo un recuerdo especial para este pueblo,que en aquel momento afrontaba su cuarto mes de protestas para exigir la dimisión de su presidente, Gotabaya Rajapaksa, por su gestión de una de las peores crisis económicas que atraviesa el país desde su independencia del Imperio británico en 1948.

El Santo Padre rezó hace más de un mes por el final de los efectos de esta “inestabilidad política y económica”, y renovó su “llamamiento por la paz”, así como instar a las autoridades del territorio a “no olvidar el grito de los pobres y las necesidades de la gente”.

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