El Papa Francisco recuerda que “los inmigrantes deben ser recibidos, acompañados, promovidos e integrados”

Además de hacer alusión a la Jornada Mundial del Migrante, el Pontífice ha rezado en el ángelus de este domingo por los pueblos de Ucrania, Myanmar y Camerún

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El Papa Francisco ha recordado que los migrantes contribuyen a enriquecer al Pueblo de Dios “a nivel social, económico, cultural y espiritual” con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que la Iglesia celebra este domingo, 25 de septiembre, bajo el lema 'Construir el futuro con los migrantes y refugiados'.

En el ángelus, que este domingo ha tenido lugar en la ciudad de Matera, donde el Santo Padre ha clausurado el Congreso Nacional de Eucaristía en Italia, ha pedido a los fieles renovar “nuestro compromiso de construir el futuro según el proyecto de Dios: un futuro en el que cada persona encuentre su lugar y sea respetada; donde los migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de la trata puedan vivir en paz y con dignidad”.

Y es que como ha recordado el obispo de Roma, el Reino de Dios se realiza contando con todos “sin excluidos”. “¡Comprometámonos todos a construir un futuro más inclusivo y fraterno!”, ha proclamado Francisco, quien ha recordado que “los inmigrantes deben ser recibidos, acompañados, promovidos e integrados”.

El Papa reza por el pueblo de Myanmar, Ucrania y Camerún

Pero no solo se ha dirigido al colectivo migrante, ya que el Sucesor de Pedro también ha mostrado su preocupación por el pueblo de Myanmar, un pais que desde hace más de dos años se ha visto azotado por “graves enfrentamientos armados y violencias, que han causado muchas víctimas y desplazados”, ha destacado.

En este sentido, Francisco compartía el dolor por la muerte de varios niños después de que una escuela fuera bombardeada: “¡Que el grito de estos pequeños no caiga en el olvido! ¡Estas tragedias no tienen que suceder!”, ha exclamado.

Por otro lado, el Papa se ha sumado al llamamiento de los obispos de Camerún por la liberación de ocho personas secuestradas en la diócesis de Mamfe, entre ellos cinco sacerdotes y una monja. “Ruego por ellos y por la población de la provincia eclesiástica de Bamenda: que el Señor conceda la paz a los corazones y a la vida social de ese querido país”.

Asimismo, ha pedido por el pueblo ucraniano y rezado para que “los líderes de las naciones” tengan “la fuerza de voluntad para encontrar inmediatamente iniciativas eficaces que conduzcan al fin de la guerra”.

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