La historia del Apóstol Santiago, Patrón de España y uno de los discípulos más destacados de Jesús

El Apóstol fue declarado Patrón de España por Urbano VIII en el siglo XVII. Es uno de los discípulos más destacados, ya que presenció la Transfiguración y la Oración en el Huerto

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Como cada 25 de julio, la Iglesia celebra la festividad del Apóstol Santiago el Mayor. En nuestro país, esta fiesta cobra una especial relevancia, ya que Santiago es poseedor del título de Patrón de España.

Santiago es representado normalmente como un soldado sobre un caballo blanco preparado para la lucha, aunque también se le suele representar como un peregrino.

Una de las figuras más importantes del santoral cristiano, Santiago se celebra en Galicia como Día Grande. Del mismo modo, todas las Comunidades autónomas que así lo deseen pueden incluirlo en el calendario de fiestas.

La historia del Apóstol Santiago

En vida, Santiago era llamado Jacob. De hecho Santiago es la derivación lingüística de Sant Iacob (del latín "San Jacob"). Era pescador junto con su padre Zebedeo y su hermano, el evangelista y también apóstol San Juan. En un momento dado, Jesús le eligió para formar parte de sus discípulos. Desde entonces, Santiago lo acompañó y estuvo presente en varios de los momentos más destacados del Evangelio, como la Transfiguración o la oración en el Huerto de los Olivos antes del comienzo de la Pasión de Nuestro Señor. Del mismo modo, presenció la aparición de Cristo después de Su Resurrección.

Después de Pentecostés, Santiago el Mayor - por aquel entonces llamado Jacob, ya que Santiago es la derivación - es enviado a predicar a Hispania, actuales territorios de España y Portugal, a la que llega desde Jerusalén de forma poco contrastada: algunos indican que lo hace atravesando las Columnas de Hércules, bordeando las costas portuguesas y llegando finalmente a Galicia; otros establecen el origen de su periplo en Tarragona y su posterior travesía a lo largo del valle del Ebro y la Cordillera Cantábrica para terminar llegando a lo que hoy es La Coruña, mientras que por último, una tercera versión dice que su llegada es en realidad a Cartagena, y que desde ahí partiría rumbo al norte.

Durante su viaje por España, se le apareció la Virgen María para reconfortarlo y animarle, ya que le estaba siendo difícil anunciar a Cristo entre los habitantes de Hispania. Esta es la primera aparición mariana de la historia y, de hecho, María aún vivía en Nazaret por aquel entonces, por lo que se trata de una gracia especial de Dios al apóstol. De esta aparición surge la devoción a la Virgen del Pilar, en Zaragoza.

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Tras una larga travesía por la Península Ibérica, Santiago regresó a Jerusalén y, en el año 44, fue decapitado con una espada por orden del rey Herodes. No obstante, sus discípulos recogieron el cadáver y lo embarcaron con dirección a la Hispania Romana. Según la tradición, la nave desembarcó en la costa gallega, donde fue trasladado al lugar donde hoy se halla la catedral compostelana.

La leyenda de la que surge la peregrinación del Camino de Santiago cuenta que, tras el descubrimiento del sepulcro donde descansaban sus restos, alrededor del año 813, numerosos cristianos del norte de la península comenzaron a peregrinar a lo que hoy es Santiago de Compostela para mostrar su devoción. Esta costumbre luego se convirtió en tradición, expandiéndose el fenómeno del Camino de Santiago a toda Europa y en todo el mundo, por lo que la ciudad santa se convirtió en uno de los centros de peregrinación más importantes de la cristiandad.

En el año 1222 el Papa Calixto II decidió implantar el Año Santo Compostelano, celebrándose los años en que el 25 de julio cayera en domingo, lo que le da una frecuencia de celebrarse cada cuatro o cinco años, aproximadamente. En cada Xacobeo se otorgan indulgencias a todos aquellos peregrinos que en Santiago de Compostela cumplan los requisitos de visitar la catedral, recibir los sacramentos y rezar una oración.

El Apóstol Santiago, Patrón de España

Desde el siglo IX, los reyes de la Reconquista reconocían a Santiago Apóstol como su patrón. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII cuando el Papa Urbano VIII declaró a Santiago Patrón de España. De este modo, Santiago el Mayor fue reconocido oficialmente como único patrón de España (que desde 1627 compartía con Santa Teresa de Jesús). Junto con esta decisión, la Iglesia dio su reconocimiento conjunto y oficial de que los restos del Apóstol estaban enterrados en Compostela, y estableció además que su festividad se celebrara cada 25 de julio. «Dios hizo a Santiago, Patrón de España, que no existía entonces, para que cuando llegue el día pudiera interceder por ella y volverla otra vez a la vida con su doctrina y con su espada», afirmó en una ocasión Francisco de Quevedo.

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Desde 1646, por obra de Felipe IV, está institucionalizado el Voto de Santiago, que siguiendo la tradición de los reyes cristianos del norte de la Península en los tiempos de la Reconquista, daba una ofrenda por parte de los reyes, príncipes y del arzobispo de Compostela a la Iglesia de Santiago cada 25 de julio. Esta ofrenda sigue teniendo lugar a día de hoy, aunque de forma simbólica, en la celebración de la misa en el Día del Apóstol.

¡Santiago y cierra España!

En la tradición militar de España, el grito de guerra «¡Santiago y cierra España!» ha sido utilizado por los soldados desde la Reconquista hasta la época moderna antes de cada carga en ofensiva. El significado de la frase es, por una parte, invocar al apóstol Santiago, que según la leyenda se apareció durante la Batalla de Clavijo para combatir junto a los cristianos, y por otro, la orden militar cierra, que en términos militares significa trabar combate, embestir o acometer.

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