¿Sabías que la iglesia de Chipre, a la que viaja el Papa Francisco, fue fundada por los apóstoles?

En esta isla se encuentra el sepulcro de Bernabé, que acompañó a San Pablo durante su primer viaje apostólico

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Según relatan los Hechos de los Apóstoles, en el año 46, Pablo y Bernabé, desembarcaron en Pafos, que por aquel entonces era la capital de una de las provincias del Imperio romano.

Esta ciudad era famosa por el culto que se daba a Afrodita, la diosa del amor, la belleza y la fecundidad. Su santuario era punto de encuentro para peregrinos de todas partes del Imperio. El ambiente que se respiraba en aquella ciudad no desanimó a Pablo a emprender su primer viaje misionero, y de hecho hubo numerosas conversiones, entre ellas nada menos que la del gobernado romano Sergio Paulo.

Tras este primer viaje, se considera que Bernabé fue el gran impulsor del cristianismo en Chipre. Regresó a la isla en el año 50 acompañado del evangelista Marcos y se asentó en Salamina. Bernabé ordenó nada menos que a Lázaro, el amigo de Jesús, hermano de Marta y María como primer obispo de la isla. Según la tradición ortodoxa, tras la resurrección de Cristo, Lázaro se vio obligado a huir de Judea y refugiarse en Chipre. Se dice que vivió durante treinta años más y a su muerte fue enterrado por segunda y última vez en donde se encuentra la actual Iglesia de San Lázaro en la capital, Lárnaca.

Una narración apócrifa atribuye su muerte a la conspiración de un grupo de judíos, quienes lo quemaron vivo a las afueras de la ciudad. Otra de las tradiciones asegura que una turba lo mató a pedradas. Supuestamente sus restos fueron envueltos en una sábana y escondidos por el evangelista Marcos, que secretamente los enterraró en una tumba debajo de un árbol. Con el tiempo y el incremento de la persecución contra los cristianos se perdió el rastro de su paradero, pero en el siglo V, el obispo Anthemios tuvo un sueño en el que se le reveló la situación exacta de la tumba perdida. Allí encontraron un cuerpo, que hoy se venera en una iglesia ortodoxa de Salamina.

A partir de la predicación de Bernabé el cristianismo se expandió por todo Chipre. Hacia el siglo IV la isla formaba parte de la diócesis oriental del Imperio Romano, cuya capital era Antioquía.

Debido a su importante posición geográfica, a lo largo de los siglos la isla ha sido escenario de todo tipo de enfrentamientos e invasiones sin perder la fe cristiana. Incluso durante la ocupación musulmana, primero árabe y luego turco-otomana, la población local siempre encontró una forma de convivencia y respeto mutuo.

La Iglesia en la actualidad

En estos momentos el catolicismo constituye una ínfima minoría en este país de mayoría ortodoxa y de significativa presencia musulmana en el norte. La comunidad católica está formada por católicos maronitas y por católicos latinos, descendientes, muchos de ellos, de familias francesas, venecianas, malteses, dálmatas etc… , que han permanecido en la isla desde hace siglos. La mayor parte de católicos de Chipre pertenecen al rito maronita, así se

denomina a los católicos orientales que deben su nombre a San Marón, monje impulsor de la fe católica en Oriente.

Los católicos de rito latino están asistidos desde hace siglos por los franciscanos de la Custodia de la Tierra Santa. La comunidad latina está bajo la autoridad del patriarcado de Jerusalén.

La dolorosa división que tiene Chipre entre los griegos-chipriotascristianos y los turcos-chipriotas-musulmanes, afecta también al inmenso patrimonio cultural cristiano en la zona norte ocupada. Lamentablemente las iglesias que quedaron en la parte de ocupación turca fueron saqueadas por traficantes de arte y en estos momentos se encuentran muy deteriorados.

San Francisco de Asís y Chipre

Antes de llegar a Egipto para encontrarse con el Sultán Melek-el-Kamel. El barco de Francisco hizo parada en Chipre. La tradición dice que allí dejó a dos monjes. Posteriormente Chipre se convertiría en el centro de la Provincia de la Tierra Santa tras la derrota de los cruzados en Acri en el 1291. Aunque los turcos conquistaron la isla en el 1571, los Franciscanos consiguieron el permiso para permanecer en Chipre, convirtiéndose en los únicos entre todas las órdenes religiosas que se establecieron en la isla definitivamente.

La Iglesia Ortodoxa en Chipre

La Iglesia ortodoxa de Chipre es una de las catorce o quince Iglesias ortodoxas independientes (‘autocéfalas’), que comparten un núcleo doctrinal común entre sí, pero no están regidas bajo el mismo patriarca. La Iglesia ortodoxa está en realidad constituida por varias iglesias que reconocen la autoridad simbólica del patriarca de Constantinopla.

Precisamente la Iglesia ortodoxa chipriota es una de las más antiguas y tiene un papel central en la historia reciente de la isla. El arzobispo Makarios III dirigió el país durante su lucha por la independencia de Gran Bretaña. Y caso singular, se convirtió en el primer presidente de la República, sin dejar su cargo religioso, desde 1960 hasta su muerte en 1977.

Se da además una circunstancia que hace única la iglesia cristiana de Chipre, y es que a lo largo de los siglos el arzobispo asumió también la función de “etnarca”, es decir, de representante de la población griega de la isla frente el poder constituido. Por este motivo en Chipre el pueblo elige directamente al arzobispo. Se trata de un caso único incluso en la tradición ortodoxa. La gente siente la responsabilidad de la elección del obispo y de ese modo se reconoce más directamente en su pastor.

Islamización de Chipre

Tras la invasión turca de la Isla entre el 20 de julio y el 16 de agosto de 1974, comenzó la islamización forzosa de un gran territorio de mayoría cristiana y ortodoxa. Muchas de las iglesias de esa parte del pai, en su mayoría ortodoxas pasaron a convertirse en mezquitas.

Turquía ha intentado borrar las huellas de la historia griega y cristiana de la isla. Más de 500 iglesias y monasterios han sido saqueados, destruidos, o reconvertidos para otros usos. La ocupación también fomentó el tráfico ilícito de antigüedades.

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