30 definiciones de la Virgen de la Mayor de Sigüenza

Revista EcclesiaEcclesia

Tiempo de lectura: 7’

30 definiciones de la Virgen de la Mayor de Sigüenza

Por Jesús de las Heras Muela

Sigüenza celebra al domingo siguiente a la Asunción y a la fiesta de San Roque, este año, pasado mañana, día 18 de agosto, la festividad de su patrona, la Virgen de la Mayor. Esta fiesta llega tras un solemne novenario -que ha incluido el rezo del Rosario y de la Novena y la celebración de la Eucaristía-, comenzado el viernes día 9 y celebrado con convocatorias, a las ocho de la mañana y a las siete y media de la tarde.

"Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré su fidelidad por todas las edades" (Salmo 88) es el lema de la novena y fiesta, en acción de gracias al 850 aniversario de la consagración de la catedral y a su año jubilar, celebrado desde el 19 de junio de 2018 al 19 de junio de 2019.

El Sínodo diocesano y los jóvenes y las vocaciones son también intenciones principales por las que los fieles rezan en los cultos de la Virgen de la Mayor de este año.

Tres grandes convocatorias, el domingo 18

En el día de la festividad de la Virgen de la Mayor, fiesta que se celebra desde finales del siglo XV, los actos conmemorativos tienen tres grandes momentos. El primero de ellos comienza a las ocho de la mañana. Numerosos fieles participan en el tradicional Rosario de la Aurora, que recorre las travesañas y las murallas de la ciudad. A continuación, se oficia una eucaristía.

A las 12 horas, nuestro obispo diocesano, monseñor Atilano Rodríguez, y el arzobispo de Sevilla, el seguntino monseñor Juan José Asenjo, presiden la misa central y principal de la jornada. Más de medio millar de fieles acuden a la Misa.

El momento más esperado del día llegará a partir de las nueve de la tarde. Comienza con el rezo del rosario ante el altar de la Virgen de la Mayor, mientras va saliendo la procesión en su honor, que media hora más tarde está ya en las calles de la ciudad. Es la procesión de los faroles en honor de la Virgen de la Mayor, que recorrerá las principales calles de la ciudad, acompañada de varios miles de fieles. La procesión de los faroles de la Virgen de la Mayor es fiesta de interés turístico regional.

La Virgen de la Mayor es

(1) Es la Virgen, la imagen mariana, fundacional de la catedral, ofrenda del obispo Bernardo de Agén, el restaurador de la diócesis en 1124, al que habría ser el templo catedralicio de su diócesis. De alguna manera, pues, es la Virgen de la Mayor, junto a las reliquias de la mártir aquitana como el obispo Bernardo, quien hace la catedral.

(2) Es la Virgen de la catedral, la Virgen de la iglesia principal de nuestra ciudad y de nuestra diócesis, "caput et mater ecclesiarum" (cabeza y madre del resto de las iglesias y templos de la diócesis). Es la imagen mariana que ha presidido las principales celebraciones catedralicias y diocesanas en estos últimos 850 años y de los 87 obispos que, tras don Bernardo, se han sucedido al frente de la diócesis en estos ocho siglos y medios.

(3) Es la Virgen patrona de la ciudad de Sigüenza, que junto a san Vicente, san Roque y santa Librada, compatronos históricos seguntinos, vela por todos los seguntinos, amigos y visitantes de la ciudad.

(4) Es la Virgen testigo de la historia también del arte cristiano, que, en el caso de esta talla cipresina, originariamente románica y del siglo XII, ha salido recibir la huella del arte gótico y de distintas restauraciones, que el paso de los siglos, sin perder su identidad original, engrandecieron su belleza.

(5) Es la Virgen que sonríe y bendice a sus fieles, que la veneran con amor filial desde el siglo XII.

(6) Es la Virgen elegante y señorial, la Virgen del "Haced lo que Él os diga", que porta al Niño Jesús, con la mano derecha, y que muestra, en catequesis de talla (la flor de lis, evocación del árbol de Jesé, en la mano izquierda), la verdad de su humanidad y divinidad.

(7) Es la Virgen florecida, en claveles, gladiolos y nardos, que exhala el inconfundible buen olor de Cristo.

(8) Es la Virgen que enseña, en consecuencia, la grandeza del misterio y de la misión de María Santísima, la Intercesora y la Modelo.

(9) Es la Virgen compañera de camino y de afanes, que acompaña y guía desde 850 años al pueblo fiel seguntino y diocesano. Talla denominada "socia belli" (compañera de batalla), la Virgen de la Mayor acompañó al obispo Bernardo de Agén en sus acciones e incursiones para recuperar el territorio diocesano y llevar la evangelización a todos sus habitantes y rincones

(10) Es la Virgen transmisora de fe, de la fe de nuestros mayores, de la fe que hizo grande a Sigüenza, de fe que nutre todas nuestras arterías y raíces y reclama ser reavivada en tiempos como actuales marcados por la secularización y la lejanía de lo religioso.

(11) Es la Virgen que se enraíza con la historia de nuestra fe y guía e interpela a todos sus devotos para que seamos fieles a esta misma historia de fe.

(12) Es la Virgen de la esperanza ("Spes nostra, Salve"), que ha alentado y alienta a los creyentes y fieles que la invocan.

(13) Es la Virgen de la caridad, que con su Hijo en brazos, nos enseña al Amor de los Amores y con su mirada nos llama a todos a la fraternidad.

(14) Es la Virgen solidaria, que con su mejilla herida y abierta, presente en su rostro desde la invasión napoleónica (en 1809, la imagen de la Virgen de la Mayor se libra milagrosamente de ser quemada por los franceses, en plena guerra de la Independencia. Con todo, un soldado francés deja huella de lo acontecido mediante un sablazo en la mejilla derecha de la imagen de la Virgen, que todavía permanece hoy), se une al dolor de toda la humanidad, al grito y al llanto de los que sufren.

(15) Es la Virgen de la eucaristía, que guarda en su regazo materno y en el sagrario de sus espaldas a Jesús Sacramentado y nos lleva siempre a Él.

(16) Es la Virgen de la cruz (el Descendimiento de la Semana Santa de Sigüenza se realiza, cada Viernes Santo) a los pies de su trono, la Virgen del "Stabat", cuando del costado de su Hijo, Nuestro Salvador, brotaron la sangre y el agua redentores.

(17) Es la Virgen de la Pascua, expresada en la alegría y en la bondad de su mirada y en su condición eucarística de sagrario y portadora del Cristo eucaristía que no es otro que el Cristo crucificado y resucitado.

(18) Es la Virgen de los sacramentos, que custodió durante décadas en una concavidad de su dorso, los santos óleos sacramentales.

(19) Es la Virgen del perdón y de la misericordia, que nos llama siempre a reconciliarnos con Dios a través del sacramento de la confesión y a reconciliarnos con los hermanos.

(20) Es la Virgen de la Palabra, que, dichosa Ella, Virgen del "Fiat" escuchó la Palabra de Dios y al puso por obra, que tanto se adhirió a la Palabra que la Palabra se hizo Carne en sus entrañas de Virgen y de Madre y habitó entre nosotros.

(21) Es la Virgen coronada ?lo hizo en 1906 el obispo fray Toribio de Minguella y Arnedo– que nos indica que la mejor corona es la vida cristiana coherente, apostólica, caritativa, misericordiosa y comprometida de los hijos de la Iglesia.

(22) Es la Virgen procesionada con faroles y antorchas (la procesión de los faroles actual data de 1928, siendo obispo de Sigüenza el mártir Eustaquio Nieto Martín), con cirios y velas, que nos llama a correr bien la carrera y a dar el relevo para que todas las generaciones sigan proclamándola Bienaventurada en el Nombre del Señor y para Gloria suya.

(23) Es la Virgen despojada de sus antiguas vestiduras ?feliz iniciativa en 1974 del entonces obispo de la diócesis Laureano Castán Lacoma– para exclamar, como hizo su Hijo, Nuestro Señor, quien a pesar de su condición divina no hizo alarde de su categoría, sino que al contrario se despojó de su rango, enseñándose así que solo quien se despoja y se humilla será ensalzado y dará fruto para toda la eternidad.

(24) Es la Virgen vestida azul y de grana, que anticipa el cielo y nos sitúa en la tierra, que nos dice que el cielo no puede esperar, pero que solo se gana y se logra desde la tierra en el afán nuestro de cada día que labra el rostro de la eternidad.

(25) Es la Virgen de la capilla mayor, junto al sagrario, donde permaneció durante cinco siglos, la Virgen de la oración y de la contemplación.

(26) Es la Virgen blanca. En el año 1313, hallándose muy deteriorada la imagen, el obispo Simón Girón de Cisneros mandó revestirla de plata. Por ello, durante un tiempo fue llamada "La Blanca", título que no prevaleció ya que el pueblo seguía llamándola la Virgen de la Mayor. Durante la citada restauración de la talla, se procede también a otras acciones, que le dotan de una presencia más gótica -ágil, risueña, señorial, benedicente-, como actualmente puede contemplarse.

(27) Es la Virgen del transcoro, su actual emplazamiento desde hace 350 años (entre los años 1666 y 1673, por mandato del obispo Andrés Bravo de Salamanca, el artista Juan de Lobera construye en el transcurro de la catedral un altar-retablo barroco destinado a la Virgen de la Mayor), y que llama a hacer de nuestra vida un cántico de alabanza al Señor.

(28) Es la Virgen del pueblo como atestiguan sus cerca de 700 cofrades y los miles de personas que acompañan su fiesta de cada año el domingo siguiente al 16 de agosto, san Roque. El año 1522 el obispo de Sigüenza Fadrique de Portugal funda la Cofradía de la Virgen de la Mayor, cuyos primeros estatutos datan de 1598, siendo obispo de Sigüenza Lorenzo Suárez de Figueroa y Fernández de Córdoba. En el año 1871, siendo obispo Francisco de Paula Benavides y Navarrete, se renuevan los Estatutos de la Cofradía de la Virgen de la Mayor, que han permanecido en vigor hasta 2005, año en que se renuevan, a la luz del Código de Derecho Canónico de 1983, y siendo obispo José Sánchez González.

(29) Es la Virgen que mira al pueblo, que mira a nuestras calles y plazas, que con su amorosa mirada maternal nos indica, desde su trono catedralicio, la puerta de la catedral, todo un símbolo y una mirada que expresan la necesidad de ser siempre Iglesia en salida, como nos reclama el Papa Francisco.

(30) Es, sí, la Virgen de la Mayor de Sigüenza, su Patrona, su Señora, su Madre, su Abogada, su Orgullo, su Corona, clave inequívoca y fecunda de su identidad más cierta.

Religión