Juan José García Domínguez

Científico laico, casado y con hijos, afrontó su enfermedad sin renegar ni de la ciencia ni de la fe católica

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Y ¿qué tiene que ver la Química con la Iglesia Católica? Pues que ha habido un número importante de químicos españoles que eran católicos, apostólicos y romanos. Es el caso del onubense Juan José García Domínguez (1940-1984) que debió dejar bastante impresionados a muchos de sus compañeros cuando murió joven por un linfoma de Hodgkin, a juzgar por algunos de los testimonios recogidos. Y lo hizo santamente, sin rechistar, poco a poco, en la flor de la vida, con mujer y tres hijos, y con profundas convicciones religiosas.

García Domínguez se licenció en Ciencias Químicas en la Universidad de Sevilla, en 1962. Se hizo Doctor en Ciencias Químicas en la Universidad de Barcelona en 1966 con el tema Formación de nuevos enlaces transversales en la lana. Lantionina y lisinoalanina. Métodos de determinación , con la calificación Cum-laude. Tras ello obtuvo el Master of Science en la Universidad de Bradford (Inglaterra), en 1969 sobre el tema Reactions of keratin with alkaline solutions obteniendo el Grado "With Honours". Terminó siendo un extraordinario experto en detergentes y publicó más de 100 artículos en revistas especializadas.

A lo largo de su carrera, ocupó numerosos puestos de responsabilidad en distintos Institutos y Centros de Investigación, entre los que destacan Vocal de la Junta de Gobierno del Patronato "Juan de la Cierva", nombrado por el CSIC; Secretario General del Comité Español de la Detergencia (CED); presidente de la Comisión Española de Análisis, del Comité Español de la Detergencia, entidad vinculada estrechamente con el Patronato "Juan de la Cierva" y el "Comité International des Dérivés Tensio-Actifs"; Experto en la OCDE sobre biodegradabilidad de tensioactivos no-iónicos, por designación de la Dirección General de Industrias Químicas y Textiles; Director Técnico de la Sociedad Española de Química Industrial y miembro de su Comité Ejecutivo, entre otros.

Además, hasta el momento de su fallecimiento fue director de Investigación de la Asociación de Investigación de Detergentes (AID) y Referee de los Programas Científicos de la OTAN y Editor y Referee de las revistas "Journal of Dispersion Science and Technology" y "Cosmetic Review (Science & Technology)". Fue miembro del Consejo de Redacción de las revistas españolas "Investigación e Información Textil y de Tensioactivos" y "Química Textil".

Una carrera llena de éxitos

Por otro lado, cabe destacar que García Domínguez fue en diversas ocasiones miembro del Jurado de los Premios "Jordi Camp", "Paniker" y "Houghton", de la Industria de Detergentes y Curtidos, respectivamente, y de la "International Federation of Cosmetic Science" para la Industria Cosmética.

Con más de 20 patentes y 10 tesis doctorales dirigidas, recibió numerosos premios entre ellos el Premio "Juan de la Cierva" de Investigación Científica y Técnica, otorgado por el CSIC en 1973; "III Premio Jorge Camp", otorgado por S.A.Camp también en 1973; Premio de la "British Society of Cosmetic Chemists" al mejor trabajo de Investigación publicado. Aquarela pintada por JJ García Domínguez; Insignia de Honor de la Asociación Española de Químicos Coloristas Textiles; Premio de la "International Federation of Societies of Cosmetic Chemists"; Medalla de Honor de la Sociedad Española de Químicos Cosméticos; Mención Honorífica de la "International Federation of Societies of Cosmetic Chemists"; Medalla del CED (in memoriam).

En cuanto a los testimonios, Félix María Goñi, de la Unidad de Biofísica de (CSIC-UPV/EHU) contaba que «después de un día entero con él, yo me quedaba sin poder dormir durante horas, dando vueltas a todo aquél tesoro de sugerencias. No he visto nunca un caso parecido de fecundidad y originalidad intelectual. En los últimos tiempos me hablaba con naturalidad de su enfermedad, que afrontaba con fe evangélica de la buena. Nunca he dejado de recordarle, y no hay vez que pase por la Diagonal, a la altura de Jordi Girona Salgado, y no dedique un breve pensamiento a su memoria».

Por su parte, Pere Miró Plans, quien fuera al igual que nuestro personaje profesor de Investigación del CSIC en el Patronato Juan de la Cierva, dejó escrito que “tristemente, en plena y variada actividad en España y en el extranjero, una larga y cruel enfermedad, a la que se enfrentó con valentía, lo arrebató de entre nosotros. Que su ejemplo nos acompañe en el camino que nos queda por recorrer y podamos reencontrarnos en la patria celestial en la que él también creía”.


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