Una lista de palabras que desterrar

Revista EcclesiaAsier Solana Bermejo

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El aislamiento, el no ver la realidad, y el mantenernos en contacto solo con nuestros cercanos nos reafirma y a menudo sirve solo para confirmar lo que pensamos. Poco a poco, nos alejamos en nuestra realidad de la realidad y, al final, el impacto es difícilmente asumible.

Hablamos, normalmente, con quienes opinan como nosotros. Y así perdemos la referencia de la realidad. Cuando llega esta y nos golpea, preguntamos de dónde vino el puñetazo mientras nos tratamos las heridas. Desorientados, nos preguntamos por qué.

La primera guerra mundial comenzó de una manera fortuita, con el asesinato de un heredero al trono. Poco antes de que comenzara la II Guerra Mundial, el primer ministro británico, Chamberlain, dijo que había ido muy bien su encuentro con Hitler. Los grandes conflictos suceden así: alguien prende una cerilla y, cuando esta cae al suelo aún sin apagarse, lo que había era una pila de madera en la que nadie había reparado del todo. O sobre la que, como mucho, habían dicho: "Solo es madera".

No sé muy bien dónde nos llevará todo esto, pero me harta ver que al adversario se le trata como enemigo y que la retórica belicista se ha instalado en nuestros políticos. Para ellos, puede que solo sean sofismas para ganar la lealtad de sus seguidores. Y, de hecho, la ganan. ¿A qué precio? Sugiero que, en los siguientes debates, se eliminen todas las palabras de la siguiente lista, y a ver qué discursos quedan. Si los políticos no me hacen caso y las siguen usando, igual podemos dejar de usarlas nosotros mismos. La lista no está cerrada, se pueden añadir más palabras prohibidas, que no son mucho más que madera esperando una cerilla.

  • Fascista / Facha
  • Etarra (Eta
  • Comunista
  • Venezuela
  • Golpista
  • Machirulo
  • Feminazi
  • Cuba
  • Corea del Norte
  • Nazi
  • Cayetano
  • Pijoprogre
  • Karl Popper
  • Indecente
  • Cuneta
  • Franco
  • Guerra Civil
Religión