A buen portavoz, mejor comunicación

La importancia de contar con un buen portavoz en una empresa o en una institución es vital en su estrategia de comunicación, pero, la Covid-19 ha puesto todavía más de relieve su papel en las compañías. Ellos son los responsables de representar a empresas e instituciones ante los públicos de interés. Cuidar el lenguaje, las expresiones y transmitir los mensajes acordes con los valores de sus representados, son requisitos incuestionables.

Uno de los puntos fuertes de un portavoz es la coherencia entre lo que dice (los mensajes, las palabras…) y la forma en la que lo hace (comunicación no verbal, imagen, espacio…) Además, un buen portavoz debe de conocer la idiosincrasia de la organización, oratoria y capacidad de reacción. También debe conocer y cuidar sus relaciones con los periodistas, los medios, los clientes o los ciudadanos en general. En la situación actual que se está viviendo debe de contar habilidades como la empatía, la sensibilidad y la claridad.

Durante y tras esta pandemia, los portavoces no se enfrentan ante una situación de “comunicación de crisis” sino a una crisis de la comunicación en general, de la economía, de la política, de la sociedad… Por ello, necesitamos portavoces que tengan una buena formación en psicología social para que puedan entrar en nuestra mente confinada.