El Timkat, la Epifanía etíope

Mario Lozano Alonso, Universidad Eclesiástica San Dámaso (Madrid)

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El cristianismo se convirtió en la religión oficial del reino de Aksum hacia el 340, lo que hace de Etiopía el segundo país cristiano del mundo, tras Armenia, y décadas antes de que Teodosio II hiciese lo propio con Roma con el Edicto de Tesalónica (380). Desde entonces, el país africano, que en aquella época controlaba el tráfico comercial que ligaba el Mediterráneo con el océano Índico por el mar Rojo, recibió la llegada de numerosos misioneros miafisitas coptos, ya que la iglesia local dependía del patriarcado alejandrino. La fe de Cristo ha florecido en esa región de África protegida por las altas y agrestes montañas del macizo etíope.

Con el colapso del reino aksumita en el siglo VII, comenzó el relativo aislamiento del cristianismo etíope con respecto a la ecúmene cristiana. Esto derivó en el desarrollo de una religiosidad con muchas particularidades, destacando sus marcados rasgos judaizantes. Así, sus iglesias siguen organizándose en tres partes que emulan los espacios del templo de Salomón, y en su mekdes o sancta sanctorum albergan el tabot, una copia del Arca de la Alianza. Los etíopes afirman que dicha reliquia fue traída al país por Menelik, hijo de Salomón y la reina de Saba, Makeda, que supone su mito fundacional como nación. Desde entonces se custodia en una capilla en la ciudad de Aksum, oculta a los fieles, siendo accesible únicamente para su sacerdote custodio.

Una de las festividades más distintivas y populares entre los cristianos ortodoxos etíopes es el Timkat o Epifanía. De acuerdo con el calendario etíope, se celebra el 11 del mes de terr (19 de enero), conmemorando el bautismo de Cristo por San Juan Bautista.

La festividad comienza la tarde del día anterior, cuando los tabotat (plural de tabot) son llevados en procesión desde la iglesia a un estanque o río cercano que simboliza el río Jordán. Normalmente, son varios los templos que se congregan alrededor del mismo cuerpo de agua, erigiendo cada uno una tienda donde se guarda el tabot. Los fieles se congregan a su alrededor, velando toda la noche mientras cantan himnos y plegarias junto a los debtera, una suerte de sacerdotes expertos en canto.

En la mañana del día de Timkat se celebra la liturgia, tras la cual los sacerdotes proceden a bendecir el agua. El ritual es sencillo: los evangelios se leen en los cuatro puntos cardinales, mientras flotan tres velas que representan la Trinidad. Luego, el sacerdote bendice el agua sumergiendo tres veces una cruz de mano. Acto seguido, si hay profundidad suficiente, los devotos se lanzan al agua, salpicándose entre ellos para bendecirse. Muchos fieles aprovechan para llevarse botellas de agua bendita a casa, mientras se procede a devolver los tabotat a sus respectivos templos en procesión. Tan solo los dedicados al arcángel Miguel permanecen a orillas del agua, dado que el 12 de terr es una festividad dedicada a ese santo.

El origen de esta tradición se encuentra en el Egipto copto, llegando a Etiopía en el siglo XV, cuando el pío rey Zara Yaqob (1434-1468) comenzó a celebrarla en su nueva capital, Debre Birhan. En la actualidad, se ha convertido en uno de los festivales más famosos del país, por lo que no es complicado reservar un viaje organizado para conocer Etiopía y vivir el Timkat en los Baños de Fasiledes, en Gondar, o en la ciudad santa de Lalibela, entre otros muchos lugares.


Figuras

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El baño de Fasiledes, Gondar, durante el Timkat. Foto: Wikimedia Commons.


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El Baño de Fasiledes, Gondar. Foto: Mario Lozano Alonso




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