Taberneo cristiano militante

Revista EcclesiaJosé Antonio Rosado

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En medio de las Jornadas de los responsables de prensa y comunicación organizadas por la Conferencia Episcopal Española, lleno de claves y testimonios sobre el mundo de la comunicación, me he quedado con muchas ideas y frases de los ponentes y de muchos compañeros de otras diócesis del país.

De todas ellas, me he quedado con una expresión del Secretario General de la CEE, Monseñor Luis Argüello: "Los cristianos somos militantes y tenemos que ser además militantes de taberna y terraza". Una idea que encierra muchísimo y que aterriza en el día a día de las personas con sus rutinas, preocupaciones y agendas. Militante es una palabra que, según D. Luis, nos ha sido robada siendo sustituida por la palabra voluntario. Y el voluntario es el que dona su tiempo libre en algo que, a diferencia del militante, lo hace durante un rato o un par de horas a la semana. Es posible que haya cristianos así, no lo niego, pero ser militante es una vida continua, un estilo permanente, y ser cristiano debe ser esto. No un rato, no unas horas, no un plan de trabajo… una forma de vida.

Teniendo claro que somos militantes y no voluntarios, toca ahora serlo además donde está las personas. En todos sus ámbitos. Monseñor lo definía como taberneo para dar a entender que ha de llegar a la calle, a las familias sin exclusiones y que para ello, hay que estar. en palabras suyas, plenamente formado en la Doctrina Social de la Iglesia. De esto sacamos claro que hay que hablar firmes, sin miedo, con un lenguaje de hoy, aterrizando entre el dialogo social existente y confrontando ideas sin temor.

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