Y tú...¿rezas?

Y tú…¿rezas?

Cuando hablamos de “religiosidad” la primera palabra que se nos viene a la mente a todos es la práctica de rezar (al menos de forma generalizada). Pero ojo, porque en España una cosa es creer en Dios y otra cosa es rezarle.

Ya que, según el Estudio Europeo de Valores 2019, elaborado por la Fundación BBVA, en nuestro país el 63% de los encuestados afirma pertenecer a alguna religión, lo que nos sitúa como el segundo Estado con mayor número de creyentes, por detrás de Italia. Sin embargo, solo el 20% de los españoles asegura rezar diariamente.

Ante estos datos, me pregunto: ¿Cómo ha perdido la fe un país como España de profunda tradición católica?

Cada vez menos gente va a misa, cada vez menos gente se casa por la Iglesia y, a los funerales, uno de los bastiones más importantes, cada vez vamos menos. En una generación o tal vez dos, cambiará el escenario y quizás comience una nueva forma de ser religioso: más individualista y más de reducidos grupos de actuación.

Por el momento, podemos fijarnos en alguna cifra más halagüeña: un 55% de los encuestados cree que la mayor contribución del cristianismo se percibe en su impulso del arte y la cultura. Según la Memoria de Actividades de la Iglesia en España 2017, el impacto global estimado de los bienes de interés cultural y de fiestas religiosas equivale a más del 3% del PIB de España. Valoremos estas cifras. Pasen y vean. La Iglesia genera cultura.