Arzobispos

D. Francisco Pérez González

Arzobispo emérito de Pamplona-Tudela

D Francisco Pérez, el sacerdote que descubrió en su Primera Comunión que quería vivir cerca de Jesús

Mons. Francisco Pérez González lleva al frente de la Iglesia Navarra desde el 30 de septiembre de 2007, fecha en la que tomó posesión de su cargo en la Catedral de Pamplona.

Desde el inicio se pudo comprobar que no era hombre de despacho, sino que quería estar cerca de los fieles y conocer todos los rincones de la Diócesis. Hoy sigue con esa buena costumbre, algo que los navarros agradecen de corazón.

En ese intento de ser un obispo cercano, incluso se lanzó a aprender euskera, una lengua difícil para cualquiera y mucho más para un castellano de Burgos. Pero lo consiguió y en sus visitas a las zonas del norte de la comunidad utiliza este idioma en sus celebraciones.

Monseñor Francisco Pérez nació en enero de 1947 en la pequeña localidad burgalesa de Frandovínez en el seno de una familia con pocos recursos. Y fue precisamente su familia quien sembró en él la semilla del amor a Dios a través de la Virgen María y el amor a la Iglesia. Así lo reconoce en el libro ‘Secretos de un Arzobispo’.

Asegura que sus padres le decían una y otra vez que la mejor herencia que le podían dejar era una buena formación y que fuese un buen cristiano. Por eso su madre le llevaba a hacer la Novena a la ermita de la Virgen de Viyuela, allá en su localidad natal, durante las vacaciones. Y con su padre, que era el campanero del pueblo, subía desde muy pequeño todos los días a la torre de la iglesia y al pasar por el templo se quedaba a hablar con Jesús. Ahí comenzó lo que D. Francisco llama una amistad especial con Él.

Y fue a su madre a quien comentó que quería ser sacerdote, mientras ésta le remendaba un pantalón. El día de su Primera Comunión lo tuvo claro y decidió que quería vivir cerca de Jesús toda la vida. Así que, con once años, se fue a estudiar al Seminario de San José de Burgos y tras casi quince años de formación fue ordenado sacerdote en Trento (Italia), en 1973, con 26 años.

En su mente estaba ir a misiones. Por eso se trasladó a Roma para prepararse. Su destino iba ser el Zaire, en el continente africano. Pero una grave enfermedad, justo unos días antes de coger el avión, le impidió cumplir ese sueño. Según cuenta el propio D. Francisco, aquel contratiempo le hizo ver que Dios quería otro camino para él y en sus oraciones empezó a preguntarle cuál era su voluntad.

Antes de llegar a ser obispo de Osma-Soria primero y Arzobispo Castrense después, el actual Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela tuvo muchas “misiones” aquí, en nuestro país.

Digno de mención fue su trabajo en San Blas, un barrio de Madrid con muchos inmigrantes y con la lacra de la droga siempre presente. Los robos a punta de navaja y las amenazas eran constantes. Desde la parroquia, D. Francisco intentaba ayudarles a salir de ese infierno, rezaba por ellos y los llevaba al ambulatorio para calmarles con la metadona. Y luego, vuelta a empezar.

Pero D. Francisco no se desanimó y consiguió que muchos fueran a centros terapéuticos y finalmente organizó un centro de ayuda y orientación en la parroquia y logró que muchos salieran de la droga.

Luego, llegaría su nombramiento como obispo de Osma-Soria y su consagración en el Vaticano por el Papa Juan Pablo II, en 1996. Después, en 2003 fue nombrado Arzobispo Castrense de España y finalmente, en septiembre de 2007, recaló en Navarra.

No le queda mucho tiempo para disfrutar de sus aficiones, aunque mientras viaja por Navarra puede dedicar un rato a dos de sus pasiones: conducir y escuchar música clásica en su coche. También es un gran amante de la naturaleza y le encantan las películas policíacas, aunque no encuentra tiempo para verlas.

Y cuando llega a casa solo tiene un rato para escuchar la radio y ver algún informativo, incluida la información de la liga de fútbol, un deporte que también le gusta, pero le resulta imposible acudir a un campo a disfrutar de un partido.

Cargos pastorales

Desde el 12 de febrero de 2001 es el Director Nacional de Obras Misionales Pontificias, cargo pontificio para un periodo de cinco años para el que fue ratificado en el 2006. Este mismo mes de julio se hacía público su nombramiento como director de la recién erigida cátedra de Misionología de la Facultad de Teología de San Dámaso de Madrid por un periodo de tres años, tras ser designado para el cargo por el Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, Gran Canciller de la citada Facultad.

El 31 de julio de 2007 es nombrado por Benedicto XVI Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela, en sustitución de monseñor Fernando Sebastián, que había regido estas diócesis desde 1993. Tomó posesión el domingo 30 de septiembre de 2007, en la Catedral de Pamplona.

Otros datos de interés

En la CEE es presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias desde marzo de 2020. Era presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, desde marzo de 2017. Es además miembro de la Comisión Permanente.

Fue miembro de las Comisiones Episcopales del Clero y de Seminarios y Universidades (1996-1999); de Misiones y Cooperación entre las Iglesias (1999-2011/2014-2017). Perteneció al Comité Ejecutivo durante el trienio 2011-2014. Ha sido miembro de la Comisión Permanente en representación de la Provincia Eclesiástica de Pamplona (2016-2017).