El trabajo de Cáritas con los mayores durante la pandemia: "La covid-19 les ha robado la libertad"

'Unidos en COPE' ha conocido de cerca el proyecto de Cáritas Jaén con los mayores en una de sus residencias, la Casa Hogar 'Andrés Cristino' de Andújar

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Los mayores ha sido el colectivo más castigado por la pandemia de la covid-19, especialmente los que se encuentran en las residencias. Para redondear un año negro para el colectivo, estas navidades muchos de ellos no podrán estar con sus familias. No es fácil explicarles que el mayor gesto de amor que se les puede hacer en estos momentos sus seres queridos es no estar a su lado, para así evitar contagiarles y poner en jaque sus vidas.

Cáritas no se olvida de los mayores, y durante este año ha puesto en marcha un sinfín de proyectos. Otros ya estaban vigentes con anterioridad, pero han tenido que reforzar sus servicios. Es el caso de Casa Hogar 'Andrés Cristino' de Andújar (Jaén), que es el principal recurso del Programa de Mayores de Cáritas Diocesana de Jaén.Abierta en el año 1988, no se trata de un centro residencial para personas mayores, sino que es una vivienda tutelada.

Dispone de diez plazas de estancia permanente, ocupadas por personas autónomas de más de 65 años, que se encuentran en situación de necesidad o desamparo, al carecer de familiares próximos que les ayuden en sus quehaceres diarios.

Se presta una atención integral e individualizada con el objetivo de ser para ellos un hogar familiar sustitutorio. Es todo un ejemplo de atención centrada en la persona. Los mayores, en la medida de sus posibilidades, colaboran en las tareas domésticas, como si de una familia se tratase, a pesar de contar con un equipo de profesionales para su acompañamiento y atención.

Así es el día de Carmen, de 90 años, en la vivienda de Cáritas: "Estamos en familia"

Una de las beneficiarias es Carmen Recuerda, de 90 años, que desde hace tres años permanece en la Casa Hogar 'Andrés Cristino'. En 'Unidos en COPE', nos ha relatado que se encuentra como en casa: “Es como estar en familia porque nos conocemos todos, somos poquitos y vivimos como familia, no como residentes. Nos visitamos, nos cambiamos de habitación… estamos a gusto”, confiesa.

Durante la jornada, Carmen dedica buena parte de su tiempo a sus aficiones, ya que las tareas domésticas, como consecuencia de su avanzada edad, le cuesta. Manejar el ordenador es una de sus pasiones: “ Se enteraron de que lo manejaba, aprendí ya mayor en otro hogar de jubilados, y me pusieron un ordenador a mi servicio y me lo paso muy bien”.

La directora del programa lamenta la pérdida de autonomía por la pandemia

Por su parte la directora de la Casa Hogar 'Andrés Cristino', Lourdes Roldán, ha precisado que lo buscan estas personas en estos programas es cariño y amor: “Los cuidados básicos de su vida diaria, alimentación, aseo, etc. aquí es una actividad secundaria. Lo que más damos es amor, quererles muchos y transmitirles el cariño que no reciben directamente de sus familias”, subraya.

La directora del programa ha lamentado que, por los efectos de la pandemia, se han visto obligados a arrebatarles parcialmente a estas personas su libertad y autonomía: “Nuestro concepto de residencia es el de que no pierdan su autonomía ni capacidad de gestión. Para nosotros es importante que vivan en libertad, gestionando su tiempo con sus aficiones y quehaceres diarios. Pero ahora con la covid-19, han perdido eso”.

Lourdes Roldán ha lamentado que al colectivo anciano nadie les pregunta si prefieren estar encerrados o salir a la calle, pese al riesgo que podrían correr de ser contagiados: “Yo tengo el corazón dividido, porque aquí abogamos por su autonomía y que decidan cómo vivir su vida, porque es el modelo de atención aquí, pero con la pandemia nos cuesta llevarlo a cabo”, comenta la directora.

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