El 15 de abril se estrena el filme sobre la vida de Stuart Long, el boxeador que vio a Dios tras un accidente

Protagonizada por Mark Wahlberg y Melg Gibson, el filme narra la biografía del deportista ateo al que un accidente de coche le cambió la vida. Murió como sacerdote en 2014

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El próximo Viernes Santo (15 de abril) llegarán a los cines 'Father Stu', que recrea la vida del Padre Stuart Long, un exboxeador y anticristiano que, tras una experiencia sobrenatural, se unió a Cristo como sacerdote.

El filme está producido por 'Sony Pictures' y protagonizado por Mark Wahlberg en el papel de Stuart Long y Melg Gibson como padre del sacerdote. Gibson ya dirigió anteriormente la película cristiana más taquillera de todos los tiempos: 'La Pasión de Cristo'.

Wahlberg convocó a Gibson como actor y a la guionista y directora Rosalind Ross, socia de toda la vida de Gibson”, para que escribiera el guión y sea la directora de la película. Asimismo, Teresa Ruiz, una de las estrellas de la serie de Netflix 'Narcos: México', interpretará a la novia del exboxeador.

¿Quién fue el P. Stuart Long?

El Padre Stu nació en Seattle el 26 de julio de 1963. Cuando aún era niño, la familia se mudó a Helena, la ciudad natal de sus padres, Bill y Kathleen Long. Inició su vida universitaria en Carroll College, donde se convirtió en un verdadero atleta, gracias a deportes como el fútbol americano, la lucha libre y peso pesado (boxeo).

Tras graduarse, decidió continuar en el boxeo profesional, hatsa que una cirugía en su mandíbula detuvo sus planes y, por sugerencia de su madre, se mudó a Los Ángeles con la intención de dedicarse a la actuación, otra de sus pasiones.

Durante ese tiempo trabajó en la realización de películas, desempeñó varios papeles como el “tipo duro”, y luego fue portero en clubes nocturnos y clubes de comedia. Sin embargo, se desilusionó e ingresó al Museo Norton Simon, en Pasadena, donde ascendió a gerente, un puesto que ocupó durante siete años.

A pesar de estudiar en un colegio católico, Stuart Long no era creyente, e incluso se describió a sí mismo como el “anticristiano por excelencia”, lo que lo llevó a confrontar a sacerdotes y compañeros.

Una noche de 1998, cuando salía del trabajo, mientras conducía su motocicleta en dirección a su casa, fue atropellado por un automóvil y luego por otro vehículo. Sus heridas eran graves y los médicos no daban un duro por su vida. Tanto es así que se pusieron en contacto con la familia para que se despidiera de él. Sin embargo, se salvó de la muerte.

Longo relató que, cuando yacía inconsciente en la camilla, sintió que se elevó sobre su cuerpo y escuchó a Dios hablarle. “Dios estaba trabajando detrás de escena. Estaba dentro de mí, pero yo estaba afuera”, agregó.

Este episodio lo llevó a descubrir su fe, estudiar religión y bautizarse como católico. Luego sintió una llamada al sacerdocio cuando se bautizó y, para comprobarlo, dejó el museo en 1998 y enseñó por tres años en una escuela católica en Mission Hills, California, donde también entrenó al equipo de lucha libre. Luego pasó a servir con los frailes capuchinos en la ciudad de Nueva York, trabajando en algunos de los vecindarios más pobres.

Stuart Long caminaba con la ayuda de muletas durante su ordenación, pues había sido diagnosticado de miositis por cuerpos de inclusión, una enfermedad autoinmune extremadamente rara que imita los síntomas de la ELA (enfermedad de Lou Gehrig) para la que no existe cura.

Según amigos suyos, encontró su gran amor sirviendo como sacerdote, administrando los sacramentos y aconsejando a la feligresía. Falleció con tan solo 50 años en 2014 como consecuencia de una enfermedad muscular degenerativa.

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