“Maranatha” Ven Señor Jesús

Nico Montero y Maite López alientan la esperanza en tiempos de pandemia

Tiempo de lectura: 5’

“Maranatha” corresponde a la transcripción griega de una expresión de origen arameo, compuesta por dos términos, que significa «El Señor viene».

Pablo la utilizó al final de su Primera epístola a los corintios 16:22. Parece ser que el apóstol la utilizó en arameo, a pesar de que la epístola fue escrita en griego, porque ya ésta había adquirido cierto crédito o circulación entre los creyentes como expresión de la esperanza de la Segunda Venida de Cristo. En la mayor parte de las versiones de la Biblia, como en el caso de la Biblia Jerusalén, Nacar-Colunga, RV 1909 o la versión inglesa KJ, aparece impresa la palabra “Maranatha”.

Los cristianos de la antigüedad la utilizaban como saludo, algo que todavía se acostumbra entre algunas agrupaciones religiosas. Hoy se convierte en un grito de fe con el que reafirmamos que nuestra esperanza está en el Señor.

MARANATHA, NICO MONTERO

Estrenamos hoy en las redes este video de la canción “Maranatha” con la que intentamos conectar nuestra súplica con el grito de tantos hermanos víctimas de la injusticia, la explotación y la opresión. Nuestra esperanza no es pasiva ni egoistona. Es activa, solidaria y dinámica. Pedimos que Venga el Señor y su Reino de Justicia, y preparamos el camino al Señor con nuestro compromiso vital y sincero con los más desfavorecidos y con quienes nos topamos en lo cotidiano. El adviento es mucho más que encender cuatro velas. Es comprender de una vez por todas que Jesús se encarna, y en ese misterio, estamos llamados a descubrir en cada ser humano el rostro de Dios, y a encarnarnos en los tiempos, en las realidades donde estamos llamados a ser anuncio de la Esperanza, con nuestra fe y con nuestras obras. Nico Montero.



LA LETRA

MARANATHA, MARANATHA,

VEN ,SEÑOR, JESÚS.

Ven, Señor, Jesús

porque el mundo ardiendo está

hay llamas de terror

son llamas de dolor

se olvidó tu palabra de amor,

se cambió por la opresión

de hombres sobre otros.

Ven, Señor, Jesús

a mis ojos da la luz

como al ciego del camino

haz que pueda alabarte,

y que sepa encontrarte

en el hombre,

olvidado por el hombre,

que ansía tu venida.

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MARANATHA, MAITE LÓPEZ

Adviento, un año más. Porque siempre hay necesidad de Dios, de su presencia, de su calor. Porque necesitamos que venga, que esté con nosotros, que se quede. Adviento para preparar la navidad, para comprender en el sentido de las fiestas que vendrán, para profundizar en lo superficial, para valorar lo gratuito en medio del consumo, para saborear la ternura de un Dios hecho niño. Para acompañar a María, la que mejor supo esperar y preparar el camino. Mi oración en este tiempo es la de toda la Iglesia, no tiene nada de original: Maranatha, Ven Señor… Como grito, lamento, susurro y deseo. Saborear este tiempo de espera y esperanza… y hacerlo cantando. Maite López.



LA LETRA

Te esperamos con la lámpara encendida.

Te esperamos, ven pronto, Señor.

Te esperamos, preparándote el camino.

Allanándote las sendas, te esperamos, Señor.

Maranatha, maranathá,

Maranathá, ven, Señor Jesús (bis).

Te esperamos con los brazos abiertos.

Te esperamos, no tardes, Señor.

Te esperamos, confiando en tu Palabra.

Preparándote el camino, te esperamos, Señor

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DECALOGO DEL ADVIENTO

Angel Rubio (Obispo Emérito de Segovia)

1) Si eres pobre: ¡Alégrate de corazón! Ha nacido un Niño pobre en un portal, frágil y débil, envuelto en pobres pañales, recostado sobre pajas en un pesebre. Prepara tus caminos y también la Navidad, con el alma limpia y con ganas de paz.

2) Si eres joven: ¡Corre a su encuentro! Ha venido para salvarnos. No podemos quedarnos pasivos y de brazos cruzados. El está siempre muy cerca. Ha salido agua en el desierto y todo está verde como una pradera. Entra en tu interior y cambia tu vida vacilante y rutinaria por una entrega gozosa y alegre. No te canses y saca fuerzas para caminar al encuentro del Señor.

3) Si eres adulto: ¡Lucha por altos ideales! Estamos en el punto central de la esperanza cristiana que nos da el sentido de la Historia inaugurada por el nacimiento de Cristo. No debe cogernos de sorpresa como ocurrió a los judíos hace 20 siglos. Si viene Cristo, el reino que Él predicaba aparecerá ante nosotros con fuerza y empezará a hacerse realidad creciendo cada día hasta llenarlo todo para llegar a la plenitud.

4) Si eres anciano: ¡Recoge el consejo de los años! Nuestra vida actual con Cristo es una marcha en la noche de la cual vamos haciendo la meta final que se abre con una aurora de eternidad. Jesús ha prometido a sus discípulos volver para instaurar el reino triunfal y definitivo de su Padre. El Adviento es una anticipación de ese último día. Siempre puede ser Navidad.

5) Si eres religioso o religiosa: ¡Él es el Esposo! Lo decimos, lo cantamos, lo rezamos, lo gritamos. Queremos y amamos tu presencia salvadora. El que todo lo puede llenar de dicha, de plenitud, es Jesús. Él es, consciente o inconscientemente, objeto de todos los grandes deseos humanos. De día y de noche, esperamos al Esposo que llega, como Santa María del Adviento, esperó con inefable amor de Madre.

6) Si eres sacerdote: ¡Admira y contempla! Nuestro Señor que nació en Belén nace cada día en el Altar hasta que vuelva. Entre el pasado y el futuro se sitúa la presencia de Cristo en su cuerpo total que es la Iglesia. Por la Iglesia, Cristo interviene en la historia de los hombres y por ella penetra progresivamente en el mundo. Cristo viene a las almas por medio de la gracia en los Sacramentos, especialmente por la celebración Eucarística.

7) Si eres misionero: ¡Anuncia al Salvador! El Señor con su nacimiento ilumina a los que andan en tinieblas y en sombras de muerte. Abaja los montes y las colinas de nuestro orgullo y levanta los valles de nuestros desánimos y cobardías. Destruye los muros del odio que divide a las naciones y allana los caminos de la concordia entre los hombres. Ábrase la tierra y brote la salvación y con ella germine la justicia.

8) Si estás enfermo: ¡Él puede curarte! Por muy hundidos que estemos tenemos la secreta esperanza que de un modo o de otro encontraremos la salvación, porque Dios piensa en nosotros y nos ama hasta el punto de darnos una y otra vez a su Hijo Unigénito. Con Él no hay heridas, ni soledades, ni llanto, ni tristeza, ni ansiedades, es Padre de los pobres y consuelo de los afligidos.

9) Si eres padre o madre: ¡No te canses de esperar! María y José esperando y preparándose para el nacimiento de Jesús, tuvieron que ponerse en camino hacia Belén, con dolor y alegría, con dificultad, rezando y hablando, llenos de confianza. Siempre unidos. Se les cerraron las puertas y se fueron a buscar donde pudiese nacer Jesús. Cuando se espera un hijo en la tierra nace un estrella en el cielo y los ángeles cantan alegres la paz del hombre en el mundo.

10) Si eres cristiano: ¡Reza con nosotros Señor! Todo se ha cumplido. El Señor es más fuerte que el mal para librarnos de todas las desgracias que encierra el pecado. Hemos de permanecer alerta, y preparar nuestros corazones, para que el nacimiento de su Hijo nos salve, ilumine las tinieblas de nuestro espíritu, escuche nuestras súplicas, nos asista con su gracia y celebremos el misterio de la Encarnación y nacimiento de Cristo.

EPÍLOGO: Te deseo que llegues a la Navidad, fiesta de gozo y salvación y la celebres con alegría desbordante y vivas el misterio con corazón humilde, adorando al que es el Señor del universo y de la historia.

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