Rosi y Vicente, 60 años de amor y fe

La Diócesis de Huelva y todo el mundo cristiano rinde homenaje a los padres físicos y espirituales de Brotes de Olivo

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El pasado 22 de mayo la Diócesis de Huelva rindió un sentido homenaje a Vicente Morales y Rosi Escala. Este homenaje se llevó a cabo en el marco del sesenta aniversario de boda de la pareja, así como de los cincuenta años de la fundación del grupo Brotes de Olivo y de los cuarenta años de la creación de Pueblo de Dios.

La Diócesis onubense quiso reconocer a un matrimonio ejemplar, que estimula la vida de otros laicos y matrimonios. Un acto sencillo y emotivo, como no podía ser de otra manera. Se realizó una semblanza del matrimonio, “de su recorrido vital” y se celebró una eucaristía.


Desde la Diócesis se ha solicitado para ellos la Medalla Pro Ecclesia et Pontifice, la mayor distinción que realiza la iglesia a los laicos. En ese contexto se estrenó una preciosa canción que uno de sus nietos, Vicente, ha compuesto a su abuela.

En esta canción de Vicente Marín Morales se concentran sensibilidad, creatividad, emoción y bondad de los abuelos, Vicente Morales Gómez y Rosa Escala, y de sus padres, Ali Morales Escala y Josema Marín Chamorro. Escúchala, no podrás parar de disfrutarla y de agradecerla al eterno laberinto de las causas:



Esta historia arranca de una pareja de jóvenes inquietos, Rosa Escala y Vicente Morales, a los que además les gusta la música, que deciden unirse y quieren que Dios sea el centro de sus vidas.

Comenzaron a descubrir en lo cotidiano, una llamada de atención que les provocaba interiormente una pregunta, que luego en el tiempo ha resultado ser permanente: ¿qué quieres de nosotros, Señor?... Y comenzaron a nacer hijos – hasta 13 – que desde muy pequeños se unían al grupo que, desde el año 1971, comenzó a conocerse por Brotes de Olivo. 13 hermanos, hijos de Vicente y Rosi: Ali, Juan, Marisol, Judith, Emilio, Jesús, Francisco Javier, Rosa Ester, Pablo, Vicente, Amor, Daniel y Miriam.

50 AÑOS DE BROTES DE OLIVO

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He crecido con Brotes de Olivo, y no lo digo en sentido metafórico ni literario, sino que lo escribo literalmente. Nuestros caminos tienen raíces compartidas. Vicente y Rosa se casaron en mi parroquia, en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en nuestra querida Huelva natal hace ahora justamente 60 años. Allí hice la primera comunión y di mis primeros pasos en la fe. Los chicos estudiamos juntos en los salesianos de Huelva, y allí mis hermanos y yo compartimos aulas, recreos y juegos con los hermanos Morales. Las chicas estudiaron en el Santo Ángel y compartieron mucha vida con mis primas Lourdes y Esperanza.

Por eso, pensar en Brotes de Olivo es un viaje a mi infancia, a mi Huelva, y también a mi juventud. En todos estos años, me reconozco alimentando mi alma y mi fe con las palabras siempre certeras de Vicente, el testimonio vital de Rosi, las canciones inspiradas de Brotes, la experiencia fundamental de Pueblo de Dios. Seguro que a muchos de vosotros os pasa lo mismo. Nuestra vida se ha tejido en gran parte con un hilo musical y vital que se llama BROTES DE OLIVO. Siempre estaré agradecido a mis paisanos que inocularon en mí el amor a la música y a la Fe. ¡Larga Vida a Vicente y Rosi! ¡Larga Vida a Brotes de Olivo!


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40 AÑOS DE PUEBLO DE DIOS

Como un fruto de la siembra de canciones que Brotes de Olivo fue haciendo a través de tantos años, se fue creando una familia de Evangelio que nunca quiso oficializarse o reglamentarse internamente por estatutos, normas o requisitos de pertenencia o ingreso. Nunca se sintieron llamados a fundar un movimiento o una parcela más en la Iglesia, sólo a ser desde la humildad y lo desapercibido fermentos de comunión.

Se entendió que debía ser un grupo en búsqueda constante del Espíritu de Dios, abierto siempre a la escucha de su voz y de su voluntad. Un grupo donde cada uno actúa desde su libertad («se compromete el que habla, no el que escucha») y desde el nivel de entendimiento al que haya llegado. Esta historia se concreta hoy en una comunidad “Pueblo de Dios” que nace en 1980 como una consecuencia de la andadura de Brotes de Olivo, con el deseo de hacer realidad las intuiciones y sugerencias de todo lo ocurrido a lo largo de la década de los 70.



Y nace teniendo en la mano el testigo de toda esa búsqueda con la intención de ponerle carne a lo descubierto y convertir conceptos y experiencias, más o menos temporales o puntuales, en una auténtica opción permanente de vida por el Evangelio y el Reino de Dios. Y todo ello con una espiritualidad que enamora: TODOS JUNTOS. Como dice la canción tantas veces cantada, asumida, rezada, que ha servido para que muchos amigos nos juntemos para rendir tributo a esta bella historia de música, fe y compromiso de la que nos sentimos parte.

Así nos lo cuenta Alfonso Moreno, que ha hecho un excelente trabajo de coordinación, arreglos y edición: “Todos juntos, en homenaje a Rosi y Vicente, 60 años de historia de amor, música y Evangelio al abrigo de Dios y sus planes. 60 años llenos de vida, familia, comunidad, y amor. Llenos de música y llenos, acaso sin saberlo, de inspiración repartida para muchos. Aquí estamos algunos de esos, con todo respeto y todo el cariño a ellos, y a Brotes de olivo. Gracias Rosi, gracias Vicente, por todo lo compartido." Editado en el estudio cinco panes y dos peces, con arreglos y producción de Alfonso Moreno y Pablo Ramírez. Disfrútalo en este enlace.




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