Santoral

El Santo de hoy: La Conversión de San Pablo, Apóstol de los gentiles

“La sangre de mártires es semilla de nuevos cristianos”, decía Tertuliano. Hoy celebramos la Conversión de San Pablo. En los Hechos de los Apóstoles, aparece Saulo, custodiando las ropas de los que se pusieron a lapidar al Diácono San Esteban y aprobando su muerte. Durante la violenta persecución a la Iglesia, este judío celoso de la Ley Mosaica, estaba dispuesto a perseguir a cuantos siguiesen al Hombre de Nazareth.

Pero un día, cuando marchaba por el camino hacia Damasco, con una gran lista de cristianos a los que detener, se encuentra con el Señor Jesús, como él mismo alegará ante el Sanedrín, preguntándole: “Saulo, Saulo ¿Por qué me persigues?”. Al preguntarle Pablo quién eres, le contestará: “Yo soy Jesús Nazareno a quien tú persigues”. Desde ese momento, siguiendo la recomendación del Señor, se hace bautizar por un sacerdote anciano llamado Ananías, que le incorpora para la causa del Reino de los Cielos.

Pero durante tres días estuvo sin comer ni beber, para acercarse después a los discípulos. Él mismo recalcará cómo vio solamente a Santiago, el pariente del Señor, al tiempo que dirá que no es digno de llamarse Apóstol porque persiguió a la Iglesia de Dios. Una vez más, la Providencia escribe recta con renglones torcidos, cambiando a Saulo perseguidor por Pablo, a quien el Señor se le apareció sin esperarlo.

Hace un mes, el segundo día de la Octava de Navidad, recordábamos precisamente el martirio de San Esteban, quien, sin duda oró en el Cielo por Saulo y tuvo parte en su conversión. En este día se culmina el Octavario por la Unidad de los Cristianos.Tiene su sentido culminar en este día en que el Apóstol de los Gentiles Converso, fue Germen de unidad en torno al Señor en las Comunidades que fundó.

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