Cuenta atrás para San Antón, festividad emotiva para las mascotas y donde también participa la Guardia Civil

Numerosas localidades de nuestro país se preparan estos días para su celebración

Redacción Religión

Tiempo de lectura: 2’

Este viernes, 17 de enero, se celebra San Antón, patrón de los animales y benefactor del campo. Según cuenta la historia, San Antonio Abad, en medio de la vida austera que llevó, descubrió la sabiduría y el amor divinos a través de observar la naturaleza. De esa revelación, adquirió la costumbre de bendecir a los animales y a las plantas.

Se cuenta que en una ocasión se le acercó una jabalí hembra con sus jabatos que sufrían de ceguera y San Antón los curó. La jabalina ya no se separó más de su lado y siempre le protegió ante otros animales por lo que al santo se le representa con un cerdo a sus pies.

Numerosas localidades de nuestro país se preparan estos días para su celebración. Las procesiones o los pasacalles estarán muy presentes durante la jornada, además de las hogueras que buscan espantar los malos espíritus y, por supuesto bendecir a los animales dedicados a las labores agrícolas.

Son muchas las parroquias que bendicen en los templos a mascotas domésticas. En Madrid, es reconocido el desfile de animales por el templo de San Antón del padre Ángel. También en la capital de España, cientos de personas recorrerán las calles de Malasaña y Chueca seguidos de sus animales de compañía, y que suelen contar con la presencia de un escuadrón a caballo y unidades caninas de la Policía Municipal, Nacional y Guardia Civil, perros guías de la ONCE y otras asociaciones en defensa de los animales.

En Sevilla ha adquirido creciente fama la bendición de animales en iglesias como la del Corpus Christi, donde por cierto se ponen a la venta, hasta el 20 de enero, los panecillos benditos de San Antón.

Si nos referimos a Jaén, nos encontraremos con una de las tradiciones más antiguas de España, como son las hogueras de la noche del 16 de enero, que tienen más de siete siglos de antigüedad.

La localidad abulense de San Bartolomé de Pinares, de 600 habitantes, también acoge cada año con expectación esta fiesta. Durante dos días, el humo y el fuego envolverán todos los rincones de la ciudad con el triple objetivo de librar al pueblo de las fuerzas del mal, ahuyentar los malos espíritus y atraer la salud y la suerte tanto para los animales como para sus dueños. Un espectáculo que se remonta al siglo XVIII, y que cada año gana adeptos.

Religión