SANTORAL 23 MAYO

La mujer que respondió a la Revolución Francesa cuidando a los pobres

Si la Revolución Francesa causó división en los conventos, santa Juana fundó su carisma y puso a los pobres como la prioridad de esta nueva orden 

Tiempo de lectura: 2’

Ya había señalado el Señor que nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigosLa Pasión del Señor es caridad, su Misterio Pascual completo es caridad. La aparición del Resucitado a los once apóstoles es mostrar el amor de Dios que no se agota en la Cruz, sino que es como ese surtidor que salta hasta la Vida Eterna.

Y muchos Santos han seguido trabajando especialmente por esta estela de caridad, entrega y amor. Como Santa Juan Antida que recordamos hoy. Como su madre muere pronto, ella debe hacerse cargo del hogar. En este servicio, una de las asistentes de la casa le hace ver que su vida puede ser un don precioso a los ojos de Dios para consagrarse. Así entra en las Hijas de la Caridad. No era el único lugar ya que lo había probado en las Hermanas Hospitalarias y las Carmelitas, aunque sin éxito.

Siempre le pedía al Señor que le ayudase en su vocación y que iluminase a los superiores para que no le rechazasen. Cuando estalla la Revolución Francesa, los monasterios sufren dificultades y divisiones. Es un momento de prueba y superación de las mismas. Al terminar la revuelta, Juana Antida forja las Hermanas de la Caridad a las que pone bajo la protección de San Vicente de Paúl, de cuya fuente espiritual y carismática había bebido para llevar a acabo su obra fundadora.

Entonces, redacta las reglas de la fundación que se basan en los postulados caritativos, tal y como dió San Vicente de Paúl a la obra que había fundado. Santa Juana Antida muere en Nápoles en 1826 y dejó escrito que cuando un pobre fuese a pedir a cualquiera de sus hogares no debía quedarse sin limosna. Toda su existencia fue una prueba de fidelidad a la Iglesia y al Sumo Pontífice en medio de tantas situaciones de adversidad como le tocó sufrir.

Religión