Nuestra Señora de Montserrat, Nueva Eva

Nos encontramos en este Tiempo Glorioso de la Pascua. Junto a este gran Acontecimiento se une la Virgen que estuvo al Pie de la Cruz y a quien la tradición presenta la Primera Aparición del Resucitado. Por ello no faltan esas advocaciones marianas, también en este Ciclo Pascual. Hoy celebramos una de estas festividades de corte mariano: La Virgen de Montserrat. Su nombre deriva etimológicamente del francés y significa “Monte aserrado”.

En medio de un mar de belleza natural, de picachos y rocas, se enclava este impresionante Monasterio, con la Advocación de Nuestra Señora de Montserrat, cuyos datos nos llevan hasta el siglo IX, y que está llevado por la Comunidad de Padres Benedictinos. Esta devoción se propagó muchísimo, sobre todo, durante los tiempos de los Abades Ripoll y Oliva, siendo este último, su máximo impulsor.

Su culto se ha prolongado hasta nuestros días algo que atestigua el innumerable paso de peregrinos y devotos que rezan ante la Moreneta, quien bendice desde el Trono a cuantos se acercan hasta Ella, en el citado paraje. Fue el Papa León XIII el que le concedió la Coronación Canónica, nombrándole Patrona de Cataluña. Esta Imagen Románica, representa a la Virgen, que tiene al Niño en sus rodillas, como Nueva Eva, con la actitud de bendecir a cuantos se acerquen.

No faltan tradiciones que le atribuyen ser obra del evangelista San Lucas. Durante la invasión musulmana fue escondida para evitar su destrucción, recuperándose en la Reconquista. El nombre de Moreneta, viene del humo de las muchas velas que le encienden los creyentes para implorar su protección. Reyes, nobles y otras personalidades se han acercado hasta este lugar, cuyo culto fue extendido también en el Nuevo Mundo.