Santoral

San Juan Pablo II

Consagrado obispo de esa ciudad participa en el Concilio Vaticano II, asombrando a todos los Padres Conciliares por su clara exposición del ateísmo del hombre moderno y la libertad

Tanto el siglo XX como el siglo XXI han dado a la Iglesia papas de una gran talla de Santidad. Hoy es San Juan Pablo II, uno de los grandes titanes de la misión y del anuncio del Evangelio en la época postmoderna. Karol Wojtyla - es su nombre de pila -nace en Wadovice (Polonia) en 1920. El contexto es muy duro porque Europa vive las entreguerras. Polonia es uno de los países satélites de la Unión Soviética azotada por una dictadura marxista extremadamente dura. De joven le sorprende la Segunda Guerra Mundial donde comprobó la barbarie nazi, y sufrió la muerte de sus padres y su hermano.

Pero su fuerte naturaleza e ímpetu le hace ganarse la vida trabajando como minero. También es participante en un grupo de teatro independiente de cualquier ideología totalitaria. Hombre de profunda Fe como la sangre de los polacos de entonces se interesa por al lectura de libros místicos profundos. Tras leer a Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz surge su vocación sacerdotal. Ordenado sacerdote, profundiza en la Filosofía y la ética. De estas materias será profesor en Cracovia.

El santoral de hoy, viernes 22 de octubre

Consagrado obispo de esa ciudad participa en el Concilio Vaticano II, asombrando a todos los Padres Conciliares por su clara exposición del ateísmo del hombre moderno y la libertad religiosa. Creado Cardenal por Pablo VI, es elegido Papa al morir Juan Pablo I, en su breve periodo de 33 días. En su Pontificado misionero, Juan pablo II promovió la paz en el mundo. Gran devoto de la Virgen de Fátima, a Ella atribuyó su curación después de que el 13 de mayo de 1981 el terrorista turco Alí Agca tratase de matarle.

Impulsor de las Jornadas Mundiales de la Juventud San Juan Pablo II muere en 2005. Se le conoce con el sobrenombre de “El Magno” da su trayectoria espiritual, científica, telógica y pastoral. El criterio para conemmorar los Santos es el día de su muerte a esta vida que es su “Dies Natalis” a la Vida Eterna. En el caso de San Juan Pablo II que murió el 2 de abril se buscó una fecha que no se entremezclase con la Semana Santa o la Pascua, fijando el 22 de octubre día en que celebró la Misa de inauguración de su Pontificado.


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