Santoral

San Julio, Papa defensor de la Palabra hecha Carne

Cada uno de los Pastores de la Iglesia que han pasado han dejado una huella imborrable de la Presencia de Dios en la Iglesia y en el mundo. Hoy celebramos al Papa San Julio I, cuya figura fue destacada en la Historia de la Comunidad Eclesial. Es elegido Pontífice de la Iglesia el 6 de febrero del año 337. En sus primeras intervenciones apoya a San Atanasio que volvía del destierro, después de que los arrianos no viesen bien su retorno.

Pronto pedirán la convocatoria de un sínodo, al que finalmente no acudirán. Atanasio, fortalecido en la prueba, elabora un documento para una mayor firmeza en la Fe. Poco después retornará al destierro. Tras fuertes controversias, Julio I, amonesta a los arrianos por su pertinaz obstinación, rehabilitando a Anastasio y recordando la Autoridad Magisterial de la Santa Sede. Como la tensión crece, Santo Padre convoca un Sínodo más universal, en el que envía legados.

En él, los arrianos orientales, se reúnen antes para reafirmarse en la condena de Atanasio y los católicos orientales. Finalmente surge el verdadero Concilio en el que intervienen los Obispos occidentales y los legados papales, donde definitivamente se declara inocente y defensor de la verdadera Fe de Cristo a Atanasio. La ortodoxia católica de Nicea queda reforzada y Atanasio es recibido por el Vicario de Cristo.

De esta forma transcurrirán 15 años de Pontificado, no exentos de dificultades y problemas donde es necesario confirmar en la fe a los hermanos. El Papa San Julio I fallece el año 352.Cuando se refuerza la libertad de culto a raíz del Edicto de Milán, se fijan muchas festividades. Entre ellas, el Nacimiento de Ctristo, que se dejará para el 25 de diciembre, y no el 6 de enero como vivían los ortodoxos.


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