Santoral

San Pascual Bailón, lego franciscano y eucarístico

Cristo Eucaristía es la Prueba Fehaciente del Señor que se queda con nosotros y no deja la tierra una vez que, Resucitado de entre los muertos, asciende a los Cielos. Hoy celebramos a San Pascual Bailón, que vivió este Misterio Glorioso en bien de su alma y la de todos los demás hombres. Torrehermosa, cerca de Calatayud (Zaragoza), vería nacer a este Santo en 1540, al que se le impuso este nombre el día de su bautizo por venir al mundo en Pascua, y más concretamente, en Pentecostés.

La escasa fortuna que hay en el hogar hace que se dedique al pastoreo del ganado aprovechando, mientras tanto, para aprender a leer y escribir, como un autodidacta que dará grandes frutos. Pero esta situación de trabajo no le aparta de su Amor a la Eucaristía, sintiendo ese fervor cuando sonaban las campanas que llamaban a Misa. Todo lo veía como un verdadero Don de Dios al que mostraba siempre su gratitud.

Pronto ingresará en los Frailes Menores de Albatera, prestando sus servicios en Elche, Valencia, Játiva, Almansa y Jerez, entre otros lugares. Sus ocupaciones de Lego Franciscano, le impedían poder participar en la Eucaristía cuando lo hacían sus hermanos. Sin embargo, cuando ellos dormían, se pasaba largas horas ante el Señor Sacramentado, en una gran experiencia de Fe y confianza que le llenaba en todo su ser.

Cuando ha de llevar una carta del Provincial de Aragón al General de la Orden en París, sufre muchos contratiempos. Su momento más esperado siempre era ayudar en la celebración Eucarística. San Pascual Bailón muere en el año 1592, considerándolo todos un hombre bueno lleno de Dios. Cuenta la historia que su gran fervor eucarístico se mostró cuando tras morir, estando de corpore insepulto, abrió los ojos y adoró al Santísimo en el momento de la Consagración, ante el asombro de todos los fieles participantes.


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