Santoral

San Petronnax, obispo benedictino

Los Apóstoles antes de recibir la Efusión del Espíritu Santo e ir predicar, perseveraban en la oración y la interiorización.Hoy la Iglesia nos presenta al Obispo San Petronnax, imbuido de oración y contemplación para dar testimonio de Cristo. Procedente de una familia pudiente y clase alta de Nápoles, en Italia, en torno a los siglo VII- VIII, fue Obispo de Montecassino y tiene parte también en la obra de San Benito.

Precisamente, vende todos los bienes con la intención de restaurar el Monasterio ubicado en este mismo lugar por San Benito de Nursia, quien, después de cursar estudios en Roma, al ver la relajación de las costumbres en el plano espiritual, moral y humano, se retira a vivir él sólo siguiendo el ejemplo de los eremitas. Cuando la multitud le tiene por santo y sigue sus pasos, hay un grupo de monjes de los que querrá ser superior, pero no le aceptan, e incluso le intentan envenenar.

Recuerda por eso el Evangelio que el primero que comía conmigo es el que empieza a traicionarme. Así renuncia a ese proyecto, fundando un Monasterio en Subbiaco. En el nuevo Convento se observan las normas del ora et labora, plasmadas en el rezo de la Liturgia de las Horas como alabanza en unión con toda la Iglesia. En el ámbito espiritual, también cobra especial relevancia la oración contemplativa y la lectura meditada durante la comida en el Refectorio.

El estudio, como pilar importante para la formación intelectual y humana adquiere un papel importante en el monacato. Tampoco se olvida la convivencia fraterna en los momentos de descanso. Todos estos postulados fueron recogidos y legados para la posteridad por este Santo Obispo. Muere hacia el año 725. San Petronnax ha pasado a la historia como el gran revitalziador del carisma que forjó San Benito de Nursia.

dd/mm