Santoral

La Santísima Trinidad, Espejo y Luz

Hoy es La Santísima Trinidad.

En la Fe todas las celebraciones van encadenadas porque todas se aluden entre sí y tiene que ver con el Misterio que celebramos. Después de concluir la Pascua con la Solemnidad de Pentecostés, hoy, Domingo de la IX Semana del Tiempo Ordinario, nos adentramos en la Santísima Trinidad. Es el Misterio de misterios donde profesamos como Raíz de nuestra Fe que Dios es Uno y que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Haciendo historia de la celebración del Dogma a lo largo de los tiempos y los siglos, escritores eclesiásticos como Tertuliano se refiere a la Trinidad y Teófilo de Antioquía hace referencia a la Triada en alusión al Verbo de Dios y la Sabiduría salida del Padre. Cuando las desviaciones como el arrianismo negaban que Cristo fuese Dios, el Concilio de Nicea, en el Credo resaltó que Cristo es consubstancial al Padre.

Ante otras deviaciones que rechazan la Tercera Persona, surge el Concilio de Constantinopla que define la Divinidad del Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria. En el siglo VI se introduce el término Filioque (en español “Y del Hijo”) para señalar la igualdad en todo del Padre y del Hijo con el Espíritu Santo. San Agustín intentó introducirse en el Misterio y un día a la orilla del mar un ángel con apariencia de niño le dijo que iba a meter toda el agua del mar en un hoyo.

Cuando el Obispo de Hipona le dijo que era imposible, el querubín le contestó que más difícil era que metiese en su cabeza el Dogma Trinitario. La celebración se introdujo por los monjes en el año 1.000. en la misma ubicación actual. En 1334, el Papa Juan XXII la introdujo de forma oficial para toda la Iglesia. Santa Juan de Arco destacaba que “Dios es tan grande que supera nuestra ciencia”. Hoy es también la Jornada Pro-Orantibus con el lema “Generadores de esperanza” para pedir por los religiosos de vida contemplativa.

dd/mm