San León IX
Hijo de los Condes de La Alsacia, que nació el año 1002, fue el Papa que sufrió ante el Cisma de Oriente y Occidente
La petición del Señor en el Cenáculo por todos es la unidad ante las dificultades. No es algo que se haya logrado fácilmente, pero con Dios nada hay imposible. Hoy celebramos a San León IX, hijo de los Condes de La Alsacia, que nació el año 1002. Sus estudios los realiza en la Escuela Episcopal de Toul, Diócesis de la que será Obispo con una edad muy temprana.
El santoral de hoy, lunes 19 de abril
Conocido por su gran bondad, quiso ser un celoso pastor de las almas, promoviendo las reformas que se habían impulsado desde Cluny. Entre sus logros destacan el trato fraterno con los Prelados vecinos, el cuidado de los estudios eclesiásticos y la relación exquisita con las Órdenes Religiosas.
Elegido Pontífice de la Iglesia Universal, elige el nombre de Pío IX y escoge como colaboradores cercanos a Hugo de Cluny –alma de la reforma cluniacense-, Halinard –Arzobispo de Lyón- y a San Pedro Damiani. Son los hombres clave en las reformas que pone en marcha durante su Pontificado para revitalizar a los cristianos. A partir del año 1049, impulsa una revitalización en la Comunidad Eclesial con Sínodos y recorriendo Francia, Alemania o la propia Italia. Y es que en el fondo latía su Amor por la Iglesia de Dios.
Así corrige todo tipo de dificultades que existían, cuando muchos sectores eclesiásticos se centran en los asuntos temporales, olvidando su verdadero cometido espiritual. No faltaron, tampoco, problemas en su Papado. La sombra de la dura prueba planeó sobre su Pontificado. Se trata del cisma entre Oriente y Occidente, ruptura consumada en julio del año 1054 entre Focio y Cerulario, tres meses después de morir el Pontífice, cuyos esfuerzos por impedirlo fueron en vano.
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