Santoral

San Alejo

Hijo de rico y caritativo senador romano, huye en busca de la soledad el mismo día en que contrajo matrimonio, aspirando a una consagración especial por el Reino de los Cielos

La Voluntad de Dios es el Eje de nuestras vidas, de tal manera que sólo el que la cumple es el que entrará en el Reino de los Cielos. Hoy celebramos a San Alejo, caracterizado por seguir y servir a Dios en el plan que tenía preparado para su santificación, aun a riesgo de parecer extraño a los ojos de los demás.

Hijo de rico y caritativo senador romano, huye en busca de la soledad el mismo día en que contrajo matrimonio, aspirando a una consagración especial por el Reino de los Cielos. Pronto inicia una peregrinación por las tierras de Edesa, más allá del Eufrates. Pero su itinerario no queda ahí porque también recorre los principales Lugares Santos donde tuvo lugar la Vida de Cristo. Con el paso del tiempo descubrió cómo de hombre rico y de familia opulenta, había pasado a ser un mendigo imbuido en la más absoluta pobreza, al estilo de los demás necesitados.

Sin embargo, esta situación no le asusta, ya que pide limosna, siempre desde una aptitud de aceptación y conformidad con la voluntad de Dios que así lo ha dispuesto para su santificación, algo por lo que da gracias desde la oración de cada día en la Basílica de Santo Tomás. Entretanto, su padre preocupado por recuperar a su hijo, envía legados, hasta que le encuentra y le hace retornar a casa.

Aquí surge la parte más conocida de la trayectoria vital del Santo. Y es que como no puede marchar, se aposenta en un hueco del pasillo donde buscará un estilo de vida austera. La penitencia y el ayuno conforman el estilo de vida, en el que no faltaron las burlas de la servidumbre, aunque el objetivo de Alejo era ser ignorado por todos.De esta forma vive entregado a la más absoluta disponibilidad hasta su muerte.

dd/mm