Santoral

El Inmaculado Corazón de María

La Sagrada Escritura en el Evangelio de la Infancia, San Lucas nos presenta el Pasaje de la Adoración de los Pastores al Niño Jesús que estaba con José y con María, su Madre

En todo momento una madre va unida a su hijo y en el caso de Dios no puede ser tampoco de otra forma. Y es que si ayer celebrábamos el Divino Corazón de Jesús, hoy honramos al Inmaculado Corazón de María. La Sagrada Escritura en el Evangelio de la Infancia, San Lucas nos presenta el Pasaje de la Adoración de los Pastores al Niño Jesús que estaba con José y con María, su Madre.

Y señala el evangelista que los pastores contaron lo que les habían dicho de aquel Niño y que todas estas cosas María las conservaba y meditaba, guardándolas en su Corazón. Lo mismo hizo cuando encontraron a su Hijo en el Templo después de buscarle durante tres días. Al preguntarle y el Señor responderle que debái estar en la Casa de su Padre, el evangelista vuelve a resaltar que María meditaba y conservaba todas estas cosas en su Corazón.

Algunos Padres de la Iglesia como San Gregorio Taumaturgo en el siglo V promovieron la devoción al Inmaculado Corazón de María, a lo que San Agustín contribuyó cuando, recogiendo el “sensus fidei” - “la Fe del pueblo fiel”- ya presentaba a la Virgen como concebida sin pecado y con un corazón puro y limpio. En el siglo XVII el sacerdote y santo francés Juan Eudes, había promovido la Devoción al Corazón de Jesús y quiso unir por su papel de Corrdeentora el Inmaculado Corazón de su madre.

A Ella profesó una gran devoción San Antonio María Claret y en su honor fundó, precisamente, el carisma de los Hijos del Inmaculado Corazón de María. Bajo esta singular Advocación se apareció la Virgen en Fátima a los tres pastorcillos. Y a su Inmaculado Corazón pidió que se consagrase Rusia, tal y como hizo San Juan Pablo II. En 2022 el Papa Francisco consagró Rusia y Ucrania también al Inaculado Corazón de María para pedir el fin de la guerra.

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