Santoral

La Virgen de Montserrat

En medio de un mar de belleza natural, de picachos y rocas, se enclava este Monasterio, con la Advocación de Montserrat, cuyos datos nos llevan hasta el siglo IX

No hay mes en el que se celebre algún Título Especial de la Virgen. En muchos de ellos la contemplamos como la Nueva Eva que engendró a Cristo Nuevo Adán que nos salvó del pecado. Hoy celebramos, precisamente a Nuestra Señora, La Virgen de Montserrat, que representa muy bien este pensamiento en la Figura de esa Imagen. Su nombre deriva etimológicamente del francés y significa “Monte aserrado”.

En medio de un mar de belleza natural, de picachos y rocas, se enclava este Monasterio, con la Advocación de Montserrat, cuyos datos nos llevan hasta el siglo IX. Esta devoción se propagó mucho, sobre todo, durante los tiempos de los Abades Ripoll y Oliva, siendo este último, especialmente, su máximo impulsor. Su culto se ha prolongado hasta nuestros días algo que atestigua el innumerable paso de peregrinos y devotos que rezan ante la Moreneta, quien bendice desde el Trono a cuantos se acercan hasta Ella.

Fue el Papa León XIII el que le concedió la Coronación Canónica, nombrándole Patrona de Cataluña. Esta Imagen Románica, representa a la Virgen, que tiene al Niño en sus rodillas con la actitud de bendecir a cuantos se acerquen, y ofreciéndole la manzana en alusió a la novedad de Cristo que vence en un árbol a diferencia de Adán que ahí fue derrotado. No faltan tampoco tradiciones que le atribuyen ser obra del evangelista San Lucas.

Durante la invasión musulmana fue escondida para evitar que fuese destruida, recuperándose en la etapa de la Reconquista. El nombre de Moreneta, viene del humo de las muchas velas que le encienden los creyentes para implorar su protección ante las dificultades. Reyes, nobles y otras personalidades se han acercado hasta este lugar, cuyo culto fue extendido también en el Nuevo Mundo, desde 1492 con ocasión del Descubrimiento de América.


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