Santoral

Santos Apóstoles Felipe y Santiago, testigos del Resucitado

Es San Juan quien recoge en el Evangelio que Andrés fue a decirle a Felipe que habían encontrado al Mesías, y Felipe, a su vez, se lo comentó a Bartolomé, llevándole ante Él

Lo más hermoso de los seguidores del Maestro es que comieron y bebieron con Él. Por eso son testigos de cuanto Cristo dijo e hizo. Hoy, en este martes de la III Semana del Tiempo de Pascua, celebramos a los Santos Apóstoles Felipe y Santiago. Felipe es oriundo de Betsaida como Andrés y su hermano Pedro. También sigue sin ningún tipo de duda cuando les elige a los Doce de entre sus discípulos.

Así entra a formar parte del Colegio Apostólico sobre el que se asienta la Iglesia, Nuevo Pueblo de Dios, que suple a Israel, el Pueblo de la Antigua Alianza. Es San Juan quien recoge en el Evangelio que Andrés fue a decirle a Felipe que habían encontrado al Mesías, y Felipe, a su vez, se lo comentó a Bartolomé, llevándole ante Él. Entre los momentos que aparece en el Evangelio, destaca cuando en la multiplicación de los panes y los peces se pregunta sobre cómo dar de comer con sólo cinco panes y dos peces.

En el discurso de despedida le pedirá al Maestro que les muestre al Padre. Por su parte Santiago es denominado en la Escritura “el pariente del Señor”. Así lo llama San Pablo cuando habla de los discípulos que vio tras su conversión, porque cuenta la tradición que conservaba un parentesco con Jesús. Autor de la Carta Canónica que se incluye en el Nuevo Testamento con este mismo nombre, es el primer Obispo de Jerusalén.

Durante su Ministerio preside el Concilio jerosolimitano donde consigue la paz entre los judíos conversos y los paganos que pasan al cristianismo, un problema que había ocasionado grandes contratiempos y divisiones entre los primeros cristianos. Ambos morirán mártires por el Nombre de Jesús de la misma forma que toda la Primitiva Comunidad Apostólica, exceptuando al Apóstol San Juan.


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