Santoral

Santos Juan Fisher y Tomás Moro, sinceros hasta el martirio

El Evangelio presenta el Pasaje según San Juan en el que el Señor dice a los judíos que habían creído en Él que conocerían la Verdad, y que la Verdad les haría libres. Hoy celebramos a los Santos Juan Fisher y Tomás Moro que vivieron la libertad de dar la vida por Cristo Camino, Verdad y Vida.Juan Fisher, hijo de un modesto mercero, nació en el Condado de York (Inglaterra), estudiando Teología en Cambridge.

Su talla espiritual y humana le hizo que fuese, excepcionalmente, ordenado sacerdote con veintidós años, siendo poco después Vicecanciller de la propia Universidad. Gran humanista, promovió diversas cátedras y fundaciones, siendo nombrado Obispo de Rochester, desempeñando un ministerio de verdadera entrega y servicio por amor al Reino de Dios. Todos le veían un hombre Santo desde el corazón y sin pretensiones metramente humanas.

Por su parte, Tomás Moro nació en 1477, y estudió en Óxford.Hombre de letras y también gran humanista, fue amigo personal y Gran canciller de Enrique VIII. Su obra más conocida fue “Utopía”, un verdadero anticipo de temas sobre los que hablaría siglos después la Doctrina Social de la Iglesia. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando el rey se constituyó en cabeza de la Iglesia de Inglaterra porque la Santa Sede no le concedió la nulidad de su matrimonio con Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos.

El Gobernante británico necesitaba este trámite para casarse con la cortesana Ana Bolena. Tanto Juan Fisher como Tomás Moro, obedecieron al Papa de Roma, echándole en cara al monarca su pecado, lo que les valió ser acusados de alta traición y depuestos de sus cargos. Ambos fueron decapitados en 1535, sufriendo muchos tormentos antes de ser ejecutados por defender su recta conciencia. Son Patronos de los gobernantes y políticos.


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